La elección de Donald Trump ha generado muchísimo polémica y de ésta no se ha salvado ni su esposa, Melanie Trump.
Y es que recientemente Sophie Theallet, la diseñadora responsable de vestir a Michelle Obama en los últimos 8 años, se negó a vestir a la entrante primera dama como una forma de mostrarse contraria a las propuestas del magnate y recién electo presidente, y que -según sus propias palabras- fomentan la discriminación en el país más poderoso del mundo.
Pero esto no es todo, otros diseñadores como Vera Wang, Jason Wu o Marc Jacobs, que apoyaron abiertamente a Hillary Clinton, tampoco habían mostrado ninguna intención de diseñar prendas exclusivas para quien será la primera dama en los próximos 4 años.
Pero este sombrío panorama parece haber cambiado esta semana, cuando Tommy Hilfiger se mostró dispuesto a vestir a la primera dama e incluso – según varios medios estadounidenses- ya se habría reunido con ella para acordar los primeros diseños.
«Creo que Melanie es una mujer muy hermosa y creo que cualquier diseñador debería estar orgulloso de vestirla. Ivanka es igualmente hermosa e inteligente, aunque lleva su propia ropa. No creo que esto se deba politizar. Todo el mundo estaba muy feliz de vestir a Michelle también», dijo recientemente el estadounidense y ahora el diseñador de cabecera de la señora Trump.
La decisión de Tommy Hilfiger quizás sea mucho más racional que emocional en estos momentos, y el diseñador esté privilegiando con esta decisión las ventajas que obtendrá su marca por vestir a la primera dama de Estados Unidos.
Basta recordar que el vestido blanco de la marca Roksanda que vistió Melanie durante la campaña de Trump se agotó en las primeras 24 horas, por lo que todo indica que un escenario similar se repetirá con sus propios looks y beneficiará a quién será el encargado de su imagen.
Entonces, sólo resta esperar a que las aguas se tranquilicen y ver quién más está dispuesto a vestir a la señora Trump…