Hay una ITS que se está propagando rápidamente en el mundo porque no presenta síntomas, volviéndola prácticamente indetectable.
No es que esta infección sea nueva, pero sí acaba de ser clasificada como una infección de transmisión sexual. Científicos británicos concluyeron que la bacteria mycoplasma genitalium se encuentra presente en 1% de la población mundial entre los 16 y los 44 años de edad.
Esta bacteria fue identificada en 1980, pero en 2016 está teniendo su momento de explosión epidemiológica. Según la OMS, es un organismo que crece muy lentamente, cultivándose hasta 6 meses sin poder ser detectada. De hecho, hay muy pocos laboratorios en el mundo que logran identificarla a través de pruebas de orina, uretra, vagina, frotis cervicales o biopsias endometriales.
Actualmente se cree (aunque las investigaciones sigan avanzando todos los días) que la bacteria podría producir infertilidad y embarazos ectópicos.
¿Cómo saber si la tengo?
La mayor parte de la población a la que se la han identificado no ha presentado síntomas, pero algunas personas han sentido dolor testicular, dolor pélvico y sangrado después de tener relaciones sexuales.
En los hombres, esta bacteria produce inflamación de la uretra y la próstata, y en las mujeres inflamación pélvica además de estar vinculada con la infertilidad y los embarazos ectópicos. En nuestro cuerpo se instala en la vagina, el cuello uterino y el endometrio.
Como esta ITS es muy nueva no existen aún pruebas rápidas para detectarla. La forma más segura de sospechar su presencia es si la uretritis o la prostatitis de tu pareja no cede, o si tu pelvis está inflamada constantemente.
¿Tiene cura?
Afortunadamente esta bacteria puede ser tratada con antibiótico y no tendrás mayor problema, a menos que hayas intentado embarazarte siendo portadora o que se compruebe una relación directa entre la myctoplasma genitalium y la infertilidad y entonces ésta sea la responsable de que no hayas podido embarazarte.
Lo complicado de esta bacteria es detectarla, si tienes cualquier tipo de dolor inusual y persistente en la pelvis, sientes dolor a la hora de tener sexo o hay algún sangrado poco habitual después del sexo necesitas comentarlo con tu ginecólogo.
Y la única manera de evitar contagiarte con ella es el condón, como muchas de las ITS silenciosas. Si no tienes una pareja estable (y aún teniéndola, si no estás segura de sus hábitos sexuales aparte de ti) mejor cuídate siempre con un método de barrera.
Independientemente de un embarazo no deseado, las ITS silenciosas son horribles y están más cerca de lo que nos imaginamos. Lo último que quisiéramos es que un buen orgasmo se vea opacado con un tratamiento de antibióticos porque contrajimos una myctoplasma genitalium, ¿cierto?