El tema del aborto en Polonia ha estado en los titulares de las noticias desde hace varios meses.
Cientos de mujeres salieron a las calles a protestar contra un intento de ley que pretendía criminalizar el aborto, con 5 años de prisión a las mujeres y los doctores que lo practicaran.
Esa fue la primera gran victoria de estas mujeres, detener la prohibición de algo que debería ser decisión única y exclusiva de la mujer embarazada. Sin embargo, todas sabemos que el tema es controversial y que hay muchos grupos conservadores que lucharán con la misma ferocidad con la que las mujeres defendemos nuestro cuerpo.
Entonces, se logró evitar la cárcel, pero un aborto sigue siendo complicadísimo en este país. Incluso hay un grupo político que quiere hacerlo ilegal si la salud del feto se pone en riesgo, aunque no tenga posibilidades de sobrevivir al nacer.
Actualmente hay algunas excepciones, como la salud del feto (algo que cambiaría de pasarse la nueva propuesta de ley), riesgos a la salud de la madre o cuando el embarazo es por violación o incesto. Pero abortar sigue siendo extremadamente complicado. Incluso prevenir un embarazo es complicado, lo único que se vende sin receta médica y de fácil acceso son los condones.
Las mujeres polacas la tienen muy difícil en este tema, aún sin la ley que lograron evitar y sin la ley que ahora están proponiendo. Por eso, cientos de mujeres siguen en las calles protestando por el derecho a decidir sobre su cuerpo y sobre la salud de los fetos.
Ilegalizar el aborto, incluso si el bebé no sobreviviría al nacer, es cruel y ridículo. Estas leyes están siendo propuestas por la cabeza del partido Ley y Justicia, en control del parlamento polaco. Jaroslaw Kaczyński quiere asegurarse de que el feto va a nacer, incluso si muere o nace con deformidades o capacidades diferentes.
Esto es llevar el debate al extremo, en donde por un lado estamos las mujeres y nuestro derecho a decidir sobre nuestro cuerpo y por el otro un grupo de hombres que pretenden dictaminar cómo manejemos nuestro cuerpo. Esta ley incluso sugiere que se prohiban los exámenes médicos pre natales, para que las mujeres ni siquiera sepamos qué tipo de enfermedades trae nuestro bebé antes de nacer.
Es como regresar a 1500.
Hay muchos detalles como este que las mujeres polacas quieren detener. Las protestas son organizadas por The Nationwide Women’s Strike, un grupo de mujeres que están en contra de las propuestas del parlamento y de la participación de la iglesia católica en este tipo de decisiones.
Durante las primeras protestas, a principio de octubre, cientos de mujeres faltaron a trabajar para salir a las calles a protestar contra la criminalización del aborto. Esto hizo que el Parlamento se la pensara 2 veces, pero las polacas sabían que el tema no iba a quedarse en victoria para ellas.
La Primer Ministro Beata Szydlo dijo que el gobierno impulsaría nuevas propuestas e incluso ofreció crear un plan para que las familias con niños discapacitados recibieran más dinero para su manutención y crianza.
Esto sólo indica que la lucha de las mujeres en Polonia tiene mucho camino por delante. Nadie debería forzarnos a hacer nada que no quisiéramos, sobre todo si tiene que ver con tu cuerpo y con tu forma de vida.
El debate alrededor de los fetos con deformidades o capacidades diferentes es OTRO tema completamente aparte, pero sigue estando ligado al derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, algo que todas buscamos defender en cualquier lugar del mundo.
Así que las mujeres en Polonia seguirán en las calles… Y en el resto del mundo las seguiremos apoyando.