El día en que él se fue no me di cuenta, sólo noté que se había ido antes el día que, físicamente, me dejó, ¿entiendes la diferencia?
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Él se fue desde antes que yo me diera cuenta, de hecho se fue antes de que yo me diera cuenta de que también yo me estaba empezando a separar de nuestra relación.
No hubo infidelidad, sólo la acumulación de fallas sin aclarar, problemas que no terminaban por entenderse y disculpas no pedidas.
Así pasó, hasta que llegó el problema que fue la punta de la lanza, ese problema que si bien era importante se pudo haber superado pero eso no sucedió.
¿Por qué?
-Porque es muy difícil hablar con alguien que no quiere hablar, vamos, es casi imposible tener comunicación asertiva si es forzado el diálogo
-No se trata de encontrar culpables
-Se quedó en el olvido eso de «son ustedes dos contra el problema, no tú contra él»
De repente se nos olvidó que antes de discutir podíamos hablar, que antes de distanciarnos podríamos abrazarnos, que antes de terminar podíamos conciliar.
No puedo culparte de ello porque yo también viví cada día esa relación, pero el día que te fuiste ya no diste oportunidad a enderezar la dirección.
Tuviste el valor de olvidar lo bueno que nos unía y justificar tu salida con los problemas sin quedarte a luchar en contra de ellos.
Recordé el día que me prometiste ser un equipo, ser una familia, ser compañeros de vida…
Hoy, te vas, pero ya habías abandonado el barco, sin notar que yo era la que remaba, la que tomaba el timón, la que cambiaba las maderas podridas…
Tú, sólo te dedicaste a navegar y te terminaste aburriendo sin ver lo que no hiciste en el viaje.
No te fuiste el día que me dejaste, te fuiste el día que dejaste de luchar…
Hoy, me quedo en el corazón lo que sé que di por ti, lo que pude lograr por mí, pero me queda tu ausencia, no la que me das al partir, sino la que nunca llegó aún estando tú presente.
Sé que no soy perfecta, pero intenté tanto que todo saliera bien que no me di cuenta de que era la única responsable de nuestro amor. Así que, hoy que te vas, te ayudo con tus maletas, porque ya no estoy dispuesta a un amor tan desigual, a un amor en el que solo uno lucha y en el que te quedas con su orgullo antes que tu amor por mí.
¿Sabes? Me duele que no puedas ver que también estuvo en tus manos hacer esto diferente, pero sé que es perder el tiempo pensar en lo que tú hubieras hecho…
Te deseo lo mejor, siempre será así.
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