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7 errores de novata que a los 30 no debes cometer en el amor

Las relaciones son de 2...

Toma nota

Existen 7 errores que no debes cometer en el amor…

El amor es una de las cosas más complejas que existen, por eso, al iniciar en el camino amoroso, la falta de experiencia, madurez, amor propio o todo lo anterior, nos suelen llevar a aprender lecciones con amargas pero necesarias despedidas.

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Pero, supongamos que nuestro primer novio fue a los 15 años (sólo por poner un promedio), eso significa que mínimo, para las treintonas como nosotras, ya llevamos más de 15 años de tropiezos o mejor dicho, experiencias buenas y malas.

Y aún así, es difícil estar en una relación de pareja, ¿por qué? Porque es la unión de 2 personas distintas, ni nuestras mejores intenciones ni nuestros más grandes esfuerzos salvarán algo que le compete a
2.

Así que hicimos un viaje, un flashback

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a esos primeros años de relaciones amorosas, y encontramos que, en ocasiones, a estas alturas de la vida, solemos cometer los mismos errores pero de diferente manera, sobre todo cuando estamos muy enamoradas y esperamos construir una relación con reciprocidad y estabilidad.

1. Amar mucho no es amar bien.

Amar con los pies en la tierra, soñar pero sin dejar de ser realistas… Está bien enamorarnos sin medida, pero no está bien perdernos de vista a nosotras mismas.

Lamentablemente, cuando amamos mucho, solemos cometer el error de ser más duras con nosotras mismas con el fin de dar nuestra mejor versión en la relación pues es nuestra prioridad, esto a la larga, no está bien.

Nos llenará de presión, de estrés y de un vacío que será muy difícil de llenar.

Lo mejor es amar con calma, estar en paz con nosotras mismas, con la vida que llevamos, para poder construir una al lado de alguien más.

2. Darlo todo.

¿Hasta qué punto es válido entregarse? ¿Qué significa darlo todo?

Es cuando nos esforzamos en dar más de lo que podemos, cuando damos más del 100% y nuestra rutina se moldea a función de las necesidades de la relación y no de las nuestras.

Es arriesgado dejar que esto pase, en realidad hay que dar lo que podamos dar bien, no lo que nos rebase ni nos lleve al desgaste físico, emocional y espiritual.

3. No poner límites.

Poner límites en cualquier relación es sano, con nuestra pareja aún más. Si ponemos límites no significa que no lo amamos o que lo amamos menos, sino que tenemos tan bien acomodado nuestro amor propio que primero me respetas y sólo así puede crecer el amor.

4. Perdonar lo imperdonable.

Es parte del punto anterior, una vez que permitimos que rebasen el límite que les pusimos o que incluso, no marcamos por miedo, decidimos continuar perdonando las faltas de respeto a nuestra persona.

Es como si cometiéramos el mismo error que hicimos con nuestro novio de la secundaria, de la prepa, de la cuadra… ¡Basta!

Si algo nos lastima, si algo nos duele, si fue una herida profunda, seria, que en realidad nos penetró, no tenemos que «aguantar» las ofensas de nadie.

5. Pensar que la pareja va a cambiar.

No podemos asegurar que la gente no cambia, pero sólo lo hacen aquellos que se dan cuenta, las personas que se hacen conscientes y, sobre todo, se comprometen con modificar conductas.

No se trata de tener la esperanza de que «el otro cambie», es que con hechos y palabras demuestre que está tratando de mejorar aquello de su personalidad que ocasiona problemas en su relación.

6. Darle a otro el poder de dominar nuestras emociones.

Nunca podemos dejar de ver que nosotras somos dueñas de nuestra felicidad, de nuestra estabilidad, que nuestras emociones no pueden depender del otro. JAMÁS.

7. Pensar que somos las únicas culpables.

Las relaciones de pareja son de 2, para pelear se necesitan 2, la responsabilidad para navegar su barco del amor es de los 2.

Ni sólo tuya, ni solo de tu pareja.

Si es el momento, recapacita, reflexiona y analiza, qué está pasando con tu pareja, consideren ir a terapia y si lo desean trabajen hombro con hombro para salvar su relación.

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