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Le hice unas preguntas a mi amiga casada y esto me respondió…

Todas las relaciones son complejas...

Así la vida

Más de 20 años de amistad me dieron la confianza de preguntar, mi mejor amiga se casó hace 8 años.

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Ella y yo nos hemos acompañado en los mejores y peores momentos, hemos estado juntas cuando la vida nos ha puesto a prueba, nos hemos dado espacio cuando la soledad se manifiesta como la mejor consejera.

Hemos crecido unidas, nos hemos acompañado en experiencias que nunca pensamos vivir, y llegué a una etapa en la que necesité de sus palabras para tratar de acomodar mis ideas y mi corazón.

Con un nudo en la garganta le pregunté de su matrimonio, de su vida, de su felicidad… Ella es tan buena persona, su esposo también, su hijito ni se diga, pero a veces la vida no se detiene por ello y pone pruebas difíciles…

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Le pregunté…

¿Es cierto que los primeros 2 años de casados son los mejores?

Ella dijo que no, que en su caso no. A mí también me han dicho que los mejores años de casados son los primeros, cuando todavía te sientes de «luna de miel» y la monotonía no ha hecho de las suyas.

Pero ella y yo coincidimos, adaptarte a un nuevo estilo de vida, sobre todo cuando no vivías antes con tu pareja, es todo un reto.

Surgen diferencias que van más allá de el cabello en el jabón o la tapa del baño levantada… Es asomarte a la personalidad REAL de tu pareja, es conocer a desnudez sus viejos y nuevos defectos.

¿Alguna vez has llorado por la responsabilidad?

De la responsabilidad que se te cuelga en la espalda y parece imposible quitarte, la responsabilidad que «te obliga» a lavar los trastes cuando mueres por darte un baño y dormir.

La responsabilidad de lavar la ropa cuando estás tan cansada que quisieras simplemente existir…

«Sí, y al principio era más seguido, con la llegada de mi niño, fue otra faceta de cansancio y nuevas obligaciones por cumplir, pero he sido feliz».

Me sentí bien de saber que no era la única de llorar de cansancio, de sentir no poder más y aún así hacer los pendientes.

Sentí que alguien me comprendía y al mismo tiempo era comprendida. No digo que ser hombre sea fácil, pero ser mujer implica muchas cosas.

Desde prejuicios impuestos desde hace años por la sociedad, hasta la autoexigencia por lo que «pensamos» debería «ser» o «hacer» una mujer casada.

¿Has pensado que lo mejor hubiera sido no casarte?

«No, nunca, no veo mi vida de otra manera, a pesar de todas las complicaciones soy feliz, tengo lo que siempre quise».

Su respuesta me erizó la piel, no sólo comprendí su punto, coincidí con ella.

Todos te dicen que no será fácil, pero para saber lo que realmente es el matrimonio, tienes que vivirlo pues cada pareja es distinta y se enfrentan a experiencias muy particulares.

Ser una mujer casada no es fácil, pero hay momentos que valen oro.

¿Siguen enamorados?

«No como antes, es de una forma diferente pero eso no significa que sea menos o malo, nos amamos, nos respetamos y nos esforzamos por estar juntos, eso es lo que cuenta».

Vi en sus ojos un brillo, el mismo que le vi cuando presencié su boda.

Y con eso me quedé, cada pareja es distinta y el sólo hecho de compartir un techo, haya matrimonio o no, lleva la relación a otro nivel.

Pero, sobre todo, nos enfrente de forma individual a otras cosas, a amarnos y amar a pesar de todo y a saber cuándo la decisión de estar enamoradas será sana o no.

¿Te identificas con esto? ¿También eres una mujer casada? ¿Qué opinas del matrimonio?

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