Estas acciones alejan a tu pareja de forma definitiva.
Estoy segura de que a mis 30 ya conocí al amor de mi vida, el hombre ideal para mí y no solo eso, era alguien que admiraba, respetaba, que me hacía inmensamente feliz y que por tonta, perdí.
Sí, después de soportarme por 3 años, y digo soportarme porque me porté horrible con él, terminamos y aunque aún somos amigos, creo que jamás podré recuperarlo.
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Yo hice cosas horribles en la relación, aunque él también tenía sus defectos, no eran nada comparado con lo que yo hice.
Creía que mis actitudes en la relación eran “normales” o que incluso él tenía que soportarlas porque me amaba, pero estaba muy equivocaba.
Después de analizarlo, me di cuenta de que todos los días hacía cosas que me alejaban de él, que su amor era muy grande, pero que lo lastimaba de más y que no era justa.
Por esto, he recapitulado mis mayores errores, para que a ti no te pasen:
1. Celos obsesivos.
Los celos con moderación son buenos en la relación, ayudan a afianzar la unión y a expresar un interés genuino en el otro.
Pero, si te la pasas revisando su celular, pidiéndole ubicación en tiempo real, fotografías de sus acompañantes o que no salga ni con sus amigos (porque pueden cubrirlo), estarías haciendo lo mismo que hice yo.
Al final mis celos fueron obsesivos y posesivos, él se sentía harto de mi protección, pues nunca me dio motivos para sentirme celosa, todo estaba en mi mente.
2. Inseguridad.
No es por vanidad, pero él se enamoró de mí, por mi seguridad, por saber lo que quería y cuando lo quería, sin embargo, poco a poco los celos me cegaron.
Creía que seguía siendo una mujer fuerte y segura, pero no fue así, estaba constantemente celosa de otras mujeres cuando no debía, porque no eran más que yo, éramos iguales, pero nunca lo vi así.
3. Dudas.
No solo dudaba de él cuando ni siquiera tenía motivos, dudaba de la relación y de nuestro futuro. Yo quería envejecer a su lado, pero no lo demostraba.
Nunca me comprometí verdaderamente con él, lo amaba, sin embargo, no quería perderme y después ya no reconocerme.
4. Víctima.
Cuando estaba con mi amorcito no me daba cuenta de que lo lastimaba, al contrario, yo lo hacía sentir mal a él.
Me encantaba hacerme la víctima, que él se me disculpara por cosas que no había hecho y que me diera la razón, cuando no la tenía.
Al final, lastimé su orgullo y lo hacía sentir menos.
Mis acciones no solo alejan a mi pareja, también me convirtieron en una horrible persona, la cual, no quiero volver a ser.
En conjunto, todas estas acciones provocaron que el amor que sentía se hiciera chiquito y débil, dejó de pesar y sé que no fue su culpa, fue mía, si pudiera regresar, cambiaría muchas cosas por el bien de los dos.
Estas acciones alejan a tu pareja y podría ser el fin de su relación, evita hacerlas sobre todo si la persona que tienes a tu lado te ama de forma honesta.
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