Podríamos decir: mujer, joven, rapera, artista visual, modelo, bisexual, bad girl, it girl y otras mil etiquetas más, pero incluso así, Tommy Genesis, no puede describirse con estereotipos.
Ella es un ejemplo de que podemos ser lo que queremos ser, no sólo es rapera, también es artista visual y sobre todo, una persona que dice lo que siente y hace lo que quiere, por ello, está conquistando el escenario del rap a pesar de que éste sea dominado por representantes masculinos de la cultura hip hop.
En entrevistas ha dejado ver una postura feminista que está en contra de distinciones entre hombres y mujeres, incluso en el escenario: «Maybe it’s time for female rappers to be accepted as a social norm, because that’s really what true feminism is. Don’t treat us better or worse because were girls, but treat us the same».
La apariencia de Tommy es ideal para la música pop, cabello rizado, revuelto, ojos grandes, labios gruesos, delgada y con personalidad, sin embargo, ha encontrado en el rap la forma más fiel de dejar hablar a su espíritu y la libertad suficiente para plasmar sensuales y sexuales ideas que para otros podrían ser escandalosas.
Su feminidad no está peleada con la rudeza de sus letras y su belleza no opaca la base de sus canciones, pero su vestimenta de colegiala sí contrasta con lo explícito de sus letras como el siguiente fragmento de su canción Angelina: «Get some yogurt covered pretzels and a pound of a clit…».
Pero así es ella, un contraste, una contradicción, una mujer que es lo que quiere ser.
Con respecto a su experiencia en el modelaje, Tommy Genesis, la tuvo en julio en la colección de otoño 2016 de Calvin Klein, en la cual participó junto a otras 28 mujeres, como Anna Ewers, Margot Robbie y Selah Marley.
Su carrera musical despegó gracias al internet, pero ella, ella sólo vive en su cabeza.