Hay chicas que cambian de trabajo como cambian de calcetines (a veces incluso más) y no tienen ningún problema con que las despidan.
Hay otras chicas que siempre han renunciado por mejores oportunidades y que llegan a los 35 o 40 sin jamás haber vivido un despido.
Ninguna de las 2 formas de vida es mejor que la otra… Pero si nunca te han corrido de un trabajo y te pasa, puedes pensar que se trata del peor fracaso que vas a vivir en tu vida.
Te atacarán sentimientos de frustración, enojo y depresión tan fuertes como si fuera un divorcio, más si se trata de un trabajo que te importa o de una situación laboral de la que esperabas un resultado diferente.
Así como en algún momento aprendiste a superar a los ex novios que te cortaban y ahora eres inmune a las estupideces de los hombres, también aprenderás a sobrevivir a este despido dejando cualquier sentimiento negativo atrás.
En realidad, la analogía es válida porque ambas son relaciones que definen tu vida. Muchas de nosotras pasamos más horas con nuestros jefes y compañeros que con nuestras parejas, así que manejar una separación cuesta muchísimo trabajo.
Deja de revivir el momento
Si estás leyendo esto es porque ya te pasó y déjanos decirte una cosa: no puedes cambiar lo que ya viviste. Reaccionaste de la forma en la que reaccionaste, hiciste lo que hiciste y dijiste lo que dijiste, bueno o malo. Deja de azotarte con reproches de tu reacción o tus palabras.
Darle play continuamente a la misma escena sólo genera más frustración y enojo, así que basta. Si hay algo que puedas arreglar, hazlo. Si te gustaría decir o hacer algo diferente, hazlo, pero ya no te reproches por la escena del despido y la forma en la que reaccionaste.
Cuenta a tus amigos
En cualquier trabajo haces familia… Pero cuando te cambias de trabajo no todos permanecen. Asegúrate de tener el contacto de todas las personas con las que te interese mantener una relación o con las que pienses que se puede abrir una oportunidad más adelante. Asegúrate de enviarles un correo con tus datos y una pequeña despedida.
Porque hacia el final de esta guía estarás lista para pasar la página sin mirar atrás.
Date unos días de descanso
Aunque haya muchas cosas que arreglar con tu antigua empresa, date un par de días para descansar. Así tendrás la cabeza más fría para negociar si hace falta o empezar a planear hacia dónde quieres ir.
Analiza tus opciones
Una crisis es una oportunidad y así como en algún momento te diste cuenta de que ese novio al que tanto querías no era lo que necesitabas, eventualmente pensarás lo mismo de este trabajo. Frente a ti se acaba de abrir un mundo de posibilidades que hasta ayer no tenías.
Reinvéntate
Este es el momento justo que necesitabas para reinventarte y hacer de tu vida lo que realmente quieres. Aprovecharlo sólo depende de ti.
