En una ocasión, un amigo me dijo, la ternura es la manifestación física del cariño, esas palabras me helaron el corazón pues yo acababa de tomarme un cappuccino mientras le decía que en mi relación faltaba ternura de parte de mi pareja, que de repente todo era… seco.
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Entre sus inolvidables palabras encontré lo que para mí fue un consuelo momentáneo, él me dijo que entendía que algunas personas necesitaban menos ternura para ser felices, que no les importaban las caricias, las palabras o un «te amo» al despertar.
Quise engañarme pensando que yo podía ser de esas personas, que podía ser una mujer no cursi, que no necesitaba palabras de amor, pues según mi amigo, que es poeta, me dijo que el idioma sirve para expresar ternura y eso puede lograrse al hablar o al escribir, también quise convencerme de que no necesitaba que me besaran la mano o que me acomodaran el cabello detrás de la oreja para saberme plena en una relación.
Puedo decirles que me equivoqué, en mi caso, sí necesito ternura, sí quiero caricias y un par de «te amo» en una despedida, que me encantan los abrazos y que sutilmente sus manos recorran mi espalda hasta llegar a mi cadera.
Sí, quiero la ternura en mi relación amorosa, pues llenar su espacio con vacíos me hizo hundirme en la frustración de aparentar tener una relación que me hacía feliz, cuando siempre sentía que me faltaba algo… ternura.
Coincido con mi amigo, hay personas que no necesitan de las muestras de cariño para estar felices, si se encuentran dos personas con esa misma percepción ¡es estupendo! Puedo entender que no todos tenemos la misma percepción de cómo dar y recibir afecto.
El problema es…
El problema es cuando uno que sí necesita ternura hace pareja con alguien que no la lleva a la práctica, pues no siempre están dispuestos a ceder en esos detalles ya que para ellos, podría ser poco importante y para nosotros es la mejor manera de comenzar el día.
Hay otro caso, las relaciones que al comienzo son tiernas y que con el paso de los años, las muestras de ternura se van, es como si se absorbieran por el tiempo, quizá hay quien se acostumbra, aprende a valorar otras cosas y así es feliz, lo que me parece genial.
Después de darle vueltas al asunto, consideramos que siempre es válido decir lo que uno espera de cada relación y que si no te sientes plena, no trates de engañarte porque no lo lograrás, siempre te faltará algo y no nos referimos a una caja de chocolates o unos zapatos nuevos, se trata de esos gestos que nos hacen sentir que somos especiales para la otra persona, una muestra de cariño, una caricia, un guiño, un momento que nos haga chiquito el corazón.
Si puedes vivir sin ternura, está bien, incluso podrías ser bochornosas para ti las grandes muestras de afecto y lucharías por lo opuesto que hemos expresado aquí, sin embargo, habemos mujeres que encontramos a la ternura un ingrediente irresistible e indispensable en el amor.
La ternura no va en contra de la aventura, de la diversión, de la confianza, del erotismo, ni del sexo, sólo es una forma más de expresar que amamos o que nos aman, a ti, ¿qué tan importante te parece la ternura en una relación?, ¿la necesitas?
