Hay muchas situaciones que nos pueden hacer sentir rechazadas, ya sea en el plano amoroso, amistoso o incluso laboral…
Y es una experiencia que nos ha pasado a todas, por lo cual debemos aprender a tratar y superar sin traumas.
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Porque si bien el rechazo causa en nosotros una serie de daños emocionales que nos afectan, también es una buena oportunidad para esclarecer nuestros deseos y reevaluar los objetivos que nos hemos trazado en la vida.
Ahora bien, lo mejor que podemos hacer ante un rechazo es:
1. Dejar de insistir. El rechazo no necesariamente está relacionado con tu persona, sino puede ser por una situación coyuntural que atraviesa la otra parte.
2. Escuchar tu intuición. Ella te avisará cuándo y con quién no es, aunque hay mucha gente que no le presta atención a estas señales.
3. Aceptar. No hay que forzar las cosas y saber cuando es necesario renunciar a las cosas.
Pero ¿qué ocurre en nuestro cuerpo y mente cuando pasamos por estas situaciones?
Los expertos han identificado estas cosas que suceden en el cuerpo de quienes han sido rechazados:
1. Se resientan las zonas de dolor en el cerebro
Nuestro cerebro responde de modo idéntico al desprecio como al dolor físico.
2. Se desestabiliza nuestra necesidad de pertenecer
Todos queremos sentirnos parte de algo, y al no lograrlo se produce cierto desequilibrio emocional que desencadena cierta depresión y tristeza.
3. El rechazo genera ira y agresividad
Varios estudios han demostrado que el rechazo hace que la gente se comporte de manera agresiva hacia los demás.
Así, por ejemplo, cualquiera que se haya sentido rechazado puede mostrar comportamientos agresivos en la edad adulta.
4. Se deteriora el autoestima
Por lo general, cuando somos rechazadas nos culpamos a nosotras mismas y herimos nuestro amor propio sin tener razones reales.
Pero hay que tener claro que la mayoría de los rechazos amorosos ocurren por falta de química, incompatibilidad de personalidad o distintas visiones sobre la vida.
5. El rechazo disminuye nuestro coeficiente intelectual
También afecta nuestra memoria a corto plazo y nuestra capacidad de decisión.
Así, cuando acabamos de sufrir un rechazo, no pensamos de manera clara.
Cuéntanos ¿qué otros síntomas experimentas cuando sufres rechazo?
