Si creías que solo debes estirar tu cuerpo antes de hacer ejercicio, te equivocas, porque también tienes que hacerlo al terminar.
Así como lo lees, estirarte es necesario para evitar calambres y molestias, incluso, hacerlo después de ejercitarte te ayuda a tener múltiples beneficios para tu salud y para tu rendimiento físico.
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Por lo que es de suma importancia que lo hagas antes y después de hacer ejercicio o de un entrenamiento.
A continuación, te contamos todos los beneficios que obtienes al hacerlo, para que así comiences a implementarlos en tu rutina diaria:
Beneficios de estirar tu cuerpo después de entrenar
1. Mejora tu flexibilidad.
El estiramiento regular ayuda a aumentar la elasticidad de los músculos y las articulaciones, lo que puede mejorar tu rango de movimiento.
Esto es especialmente útil para actividades que requieren agilidad o movimientos amplios.
2. Prevención de lesiones.
Estirar después del ejercicio reduce la rigidez muscular y aumenta la circulación sanguínea en los músculos, lo que puede ayudar a prevenir lesiones a largo plazo.
Además, los estiramientos pueden aliviar la tensión en los músculos que han estado bajo esfuerzo intenso.
3. Reducción del dolor muscular tardío.
Aunque científicamente no se ha comprobado que el estiramiento previene el dolor muscular tardío de forma directa, estirar después de entrenar puede ayudar a reducir la incomodidad y la rigidez que se siente en las horas o días posteriores al ejercicio.
4. Mejora la circulación sanguínea.
Estirar después de entrenar ayuda a mejorar el flujo sanguíneo hacia los músculos trabajados, lo que favorece una recuperación más rápida al transportar nutrientes y oxígeno a las células musculares.
5. Relajación muscular.
El estiramiento provoca una respuesta de relajación en los músculos y el sistema nervioso.
Esto puede disminuir la tensión y ayudar a reducir los niveles de estrés, promoviendo una sensación general de bienestar.
6. Restauración de la longitud muscular.
Después de un entrenamiento intenso, los músculos tienden a contraerse y acortarse.
Pero estirarlo ayuda a restaurar su longitud original, lo que puede mejorar el rendimiento en sesiones futuras y prevenir desequilibrios musculares.
7. Mejora el rendimiento en futuros entrenamientos.
Al mantener los músculos flexibles y relajados, puedes evitar la fatiga excesiva y mejorar la eficiencia de tus movimientos en entrenamientos posteriores.
Pero si no lo haces, al día siguiente, sentirás tu cuerpo más rígido, adolorido y hasta cansado.
8. Mejora la postura.
El estiramiento puede ayudar a corregir desequilibrios musculares que afectan la postura, alargando músculos tensos y fortaleciendo los débiles.
Esto es particularmente útil si has estado realizando ejercicios que podrían generar una acumulación de tensión en ciertas áreas del cuerpo.
9. Reducción de la tensión emocional.
Estirar de manera consciente también puede ser un momento de relajación mental.
Enfocarte en la respiración y en el movimiento puede reducir el estrés y mejorar tu estado de ánimo después de un entrenamiento.
10. Prevención de la rigidez.
Si no estiras, los músculos pueden volverse más rígidos y tensos con el tiempo. El estiramiento posterior a la actividad física previene esta rigidez, ayudando a mantener la agilidad y la movilidad en el largo plazo.
En resumen, estirar después de entrenar contribuye a una recuperación más rápida, previene lesiones, y mejora la flexibilidad y el bienestar general, lo cual es clave para cualquier rutina de ejercicio regular.
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