La mayoría de las mujeres tenemos la certeza de que fuimos criadas por una madre fuerte.
Pues no solo sufrió durante el parto, ha tenido que “aguantarnos” durante toda nuestra vida.
El amor de una madre es muy poderoso, siempre está dispuesto a luchar por el bienestar de sus hijos y luchar contra lo que sea por el bien de su felicidad.
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Por esto, estamos seguras de que detrás de una gran mujer hay otra gran mujer que es fuerte, poderosa, valiente, inteligente y hermosa.
Debido a esta razón, no nos sorprendemos mucho cuando descubrimos que un estudio asegura que la conexión entre una madre fuerte y su única es muy poderoso.
Una madre fuerte educa a mujeres poderosas y valientes (según estudio)
El estudio mostró que la sección del cerebro que regula las emociones es más similar entre madres e hijas que entre cualquier otro tipo de relaciones y parejas entre humanos.
Lo que significa que la conexión y vínculo que existe entre madre e hija es (a nivel cerebral) irrepetible, inquebrantable y, sobre todo, único.
Es decir, este vínculo poderoso provoca que una madre fuerte eduque a una mujer fuerte.
Debido a que las lecciones más inteligentes y que han dejado huella en nuestra vida y corazón nos las ha enseñado nuestra madre.
Las madres nos conocen tanto como se conocen a sí mismas, por lo que las lecciones de vida y la transmisión de ideas tiene más impacto en nuestra manera de pensar gracias a la relación madre-hija.
Mientras más fuerte son, las mujeres nos convertimos en seres más poderosos e independientes.
3 lecciones que una madre fuerte nos enseña
1. Hace que confíes en ti misma.
La intuición, la racionalización y el sentido común son las mayores lecciones que una mujer fuerte quiere transmitirle a su hija, debido a que estas serán las herramientas que la ayudarán a crecer tan fuerte como ella.
2. Te invita a ser independiente.
Si ella te enseña a que no necesitas estar junto a alguien para ser feliz, ¡tu entenderás que una pareja es un compañero de vida, que no está para complementarte, sino para ser parte de lo que estás creando.
3. Te enseña a valorarte.
A pesar de los tropiezos y las decepciones, siempre puedes seguir adelante y lograr todo lo que te propones.
No necesitas complacer a los demás, la única que debe aprobarte eres tú misma.
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