advertisement advertisement
Buscar
  • Escribe al menos 3 letras para buscar.

Esto te ayudará a amar el cuerpo que te dejó ser mamá

Recuérdalo siempre

¡Ámate!

Nos encanta encontrarnos contenido que ayuda a que nos amemos como personas, como mujeres, como madres, como lo que nosotros somos.

Te puede interesar

El mejor remedio para la cruda es hacer el delicioso (según estudio)

«El hombre que me enseñó a amarme»: el mensaje que debes leer

Amar el cuerpo que te dejó ser mamá

Esta ocasión encontramos un relato en la página Una mamá millennial que habla acerca de cómo se queda nuestro cuerpo y nuestra percepción de él después de un embarazo.

Sabemos que no es fácil ver estrías, flacidez, manchas o cualquier otro cambio, pero si sabemos apreciar estos cambios con amor propio, todo es más sencillo.

Aunque hay excepciones, solemos autoexigirnos con rigor, solemos ser nuestras peores críticas cuando deberíamos ser más pacientes y amables con nosotras mismas.

Advertisement

Por ello, nos parece relevante compartirte este pensamiento:

La primera vez que Beto notó mis estrías, me dijo: “¿qué tienes ahí?”

Vi mi vida pasar en cámara lenta mientras pensaba: shit.

Pero haciendo mi mejor esfuerzo por fingir que no me importaban dije: “Ah, son estrías que me quedaron del embarazo”.

Y solamente me respondió: “Qué bonitas”. Y ya.

Pasé años odiándolas. Hacía todo lo posible para que nadie nunca jamás las viera, porque pensaba que estaban horribles. Y cómo no pensarlo, si en todos lados nos muestran vientres perfectos.

Pero este año ha sido muy diferente. Y desde luego, aquel comentario de Beto se me quedó grabado en la mente (él quizás ni se acuerda de ese momento).

Ahora mi perspectiva ha cambiado. No voy a mentir y decir que las amo porque NO me encantan. Simplemente han dejado de importarme.

Todo el mundo habla de #bodypositive y que debes amar tu cuerpo y blablabla, pero por más que lo intenté no pude.

La verdad es que incluso lograba el efecto opuesto: que yo me sintiera incapaz de amarme.

Hasta que un buen día, descubrí otro movimiento similar pero -en mi opinión- más amable y realista: body neutrality. Ser neutrales ante nuestro cuerpo. No amarlo ni odiarlo. Enfocarnos en lo que es capaz de hacer, no en cómo luce.

Y pues estas estrías, que hoy ya me dan igual, son solo una huella de que alguna vez mi cuerpo pudo cargar en él a la niña de seis años que alegra nuestros días.

Hoy entiendo que mi cuerpo es solamente una parte, y hay otras cosas mucho más interesantes acerca de mí.

¿Qué te pareció?

Nosotros creemos que tanto el #bodypositive como el #bodyneutrality son válidos, cada mujer encontrará la filosofía o los pensamientos que le acomoden pues de eso se trata.

De elegir, de conectar, de amarnos sin sentirnos forzadas o que «DEBEMOS» de pensar igual que la mujer de al lado.

Ama tu cuerpo, cuídalo, procúralo, pero acéptalo y, sobre todo, agradece lo que te ha dado.

Todo lo que ha sido capaz de hacer por ti. Es tu templo, es lo que contiene toda la magia que hay en tu interior.

Es la más tangible extensión de todo lo que eres y no puedes juzgarlo sólo por cómo luce.

Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.

Advertisement