Es un tema del que poco se habla pero, afortunadamente, Internet nos cuenta sobre ello, existen varias páginas, foros y sitios especializados que dan su experiencia acerca de tener intimidad con tu pareja mientras tienes el periodo y ahí te va la mía…
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Desde hace muchos años he escuchado, al respecto de esta práctica, que es sucia, que mancha la piel del hombre, que le hace daño a la mujer, que es pecado y otras ideas que parecen estar fundamentadas más en prejuicios que hechos.
La realidad es que más allá de las consecuencias, me enfoqué en las ventajas y me animé, la confianza con mi pareja y las circunstancias nos orillaron a un momento de pasión y nada más.
-A mi pareja no le importó.
Para él fue normal, mientras yo moría por miedo a que se le quedara un coágulo en su miembro, él se enfocó en el placer, como en cada encuentro, no me dijo nada en absoluto, salvo comentarios acerca de detenernos si no me sentía cómoda.
-Primero me avergoncé del color rojo que dejé.
Es curioso, pero me dio pena ver el color rojizo sobre la toalla que ocupamos para cubrir nuestras sábanas, sentí vergüenza de algo que es natural, de algo que para mí debería ser lo más normal del mundo, fue como si sólo estuviera ver bien «la mancha» en mi toalla femenina.
-Después me relajé y traté de olvidarlo.
Entendiendo que era normal, lo saqué de mi mente, finalmente mi pareja estaba interesado en seguir y lo peor ya había pasado, me dije: «Tranquila no es la gran cosa«.
-El placer fue diferente.
Lo que me ayudó a dejar atrás los pensamientos prejuiciosos fue lo bien que se sentía, es un placer diferente, estaba más sensible a la penetración y disfruté de una forma diferente cada movimiento y contracción pélvica.
De hecho, según una investigación, cuando tenemos el periodo, el cuello del cérvix baja, lo que ocasiona mayor sensibilidad y placer.
-La higiene es necesaria.
No sólo después de hacerlo teniendo tu periodo, siempre.
Me queda claro que es un tema complejo, del que sólo hablas con la persona a la que le confiarías tu vida, que como lo tome tu pareja será determinante para que tú también lo disfrutes y que debemos seguir luchando por ver la menstruación como algo normal y no sentirnos como Carrie de Stephen King.
Eso sí, especialistas han advertido que esta práctica aumenta levemente la probabilidad de contraer alguna infección o enfermedad de transmisión sexual, por lo tanto no olviden la protección y si desean pasar a la estimulación oral, la copa menstrual o el tampón serán sus aliados.
Quizá no sea para todas las mujeres ni para todas las parejas ni para todos los meses, incluso creo que el humor que tengamos en esta etapa del ciclo menstrual puede intervenir para tener o no relaciones, pero si un día te animas, considera que si logras apartar pensamientos que te digan que no es correcto, disfrutarás de un encuentro muy placentero.
Deja a un lado los tabúes, ciérrales la puerta de tu habitación y si se les antoja primero intenta hacerlo en los últimos días de tu periodo y ve liberándote… ¡pruébenlo!
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