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Te bajé del pedestal en el que te tenía y me subí yo…

¡La única persona que reina aquí, soy yo!

¡No vuelvas nunca más!

Hoy más que nunca estoy segura de que ya no quiero ser parte de tu juego, con valentía y fortaleza te digo que desde hoy te bajó del pedestal en que te tenía.

No mereces un espacio en mi vida y menos en mi corazón.

Por mucho tiempo te admire, endiose y te agrande, sin embargo, tú te encargaste de demostrarte que eras muy pequeño para tan grande honor.

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No merecías que te amara tanto y no me arrepiento, yo te di lo mejor de mí, te demostré que era una gran mujer y que merecía mucho amor.

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Sin embargo, tú dejaste claro que solo eras un patán y que tu amor era muy mediocre. Fingiste ser grande y al final me di cuenta de que eras insignificante.

Te bajé del pedestal en el que te tenía y me subí yo…

Me dejé envolver con tus palabras y caricias, sentí que había encontrado a un gran hombre y me encontré con que solo era una triste fachada.

Tontamente te puse encima de mí, sentí que tú le dabas sentido a mi vida y que te necesitaba para ser inmensamente feliz, pero no era así.

Así como me diste “todo” para enamorarme, me enseñaste a darme cuenta de que yo merecía algo mejor y que tú nunca fuiste más que yo.

Tu mal amor me hizo abrir los ojos, pensaste que nunca me cansaría de tu juego y te sentiste tan seguro de mi amor.

Pero poco a poco me di cuenta de que yo tenía el poder y no tú.

Ahora que me he despedido de tu mal amor me doy cuenta de que yo siempre estuve en el pedestal y que soy la única persona que es capaz de hacerme feliz.

No te necesitaba antes y menos ahora, me he convertido en una mujer más fuerte, valiente, poderosa y capaz de amarse así misma.

Ahora abrazo a mi soledad, pues me ha enseñado que no necesito que alguien me recuerde lo maravillosa que soy.

Mi soltería es mi nueva amiga y puedo entender que debo tenerme en un pedestal pues me he ganado ser la reina de mi vida y que nunca debo poner a alguien encima de mí.

Soy mi mayor prioridad, necesito respetarme y quererme más.

Si alguien quiere estar en mi vida es bienvenido, y si no sabe amarme no permitiré que me lastime o se apropie de lo que he logrado.

Merezco un amor bonito y sano…

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