Lección de amor: Si se rinde, su amor no te conviene…
Una persona enamorada no deja ir tan fácil, no suelta, no se conforma con un adiós sabiendo que pudo hacer más.
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La reflexión de hoy es acerca de los amores frágiles, débiles, inconstantes.
Esas relaciones que no trascienden porque ante un inconveniente lo primero que hacen es buscar la salida de emergencia.
Las personas que aman así no logran entender que el amor lleva cierto apego, o si lo entienden no les interesa ser parte de algo así.
Antes de seguir debemos aclarar que no nos referimos al apego como la dependencia emocional que destruye el amor propio, este apego está lleno de voluntad por crear lo que la unión de 2 requiere.
Es crear una libertad que se combine con compromiso, por involucrarse mutuamente en las decisiones de los 2, por pensar en el otro, más no por el otro…
Así que si alguien no sabe o no quiere construir un amor real de 2 personas entregadas, verá fácil y hasta útil salir corriendo cuando se requiera más esfuerzo.
Ellos verán primero por sus necesidades, por sus prioridades, por sus deseos… No se comprometerán más de lo que quieren y siempre tendrán una excusa para mantenerse en su postura.
Entonces, si quien está a tu lado se rinde, su amor no te conviene.
Siempre estará ocupado en prioridades, mientras tú ocuparás un lugar en su vida con el que sólo podrías conformarte.
Se rendirá, no querrá hacer más, incluso será capaz de decir que correrá el riesgo de dejarte ir, pues no tiene lo que mereces.
Su discurso podrá parecer lleno de amor, pero en realidad está lleno de miedo, de intimidación, de no poder manejar sus emociones, aunque por supuesto:
¡Puede ser que sólo sean excusas para salirse con la suya y no ser el protagonista real de tu historia de amor!
No busques un amor así, casi desechable, a menos que eso sea lo que desees de momento, pero si no es lo que quieres vivir, no te aferres a la cobardía de alguien que no sabe amar.
Si se rinde y baja los brazos, tú también deja de luchar, que nadie está para que le rueguen y mucho menos amor.
No te juzgues por ser «la que NO lo inspiró a más», pues el tiempo podrá enseñarte que la respuesta está en otro lugar, en su egoísmo, por ejemplo.
Toma fuerzas, recupera tus anhelos individuales, píntate los labios y vive cada día como si fuera el último, que ni él ni nadie, merece tu tristeza.
Sal, camina, sonríe, ya llegará quien desee darte lo que mereces sin que tú tengas que pedirlo, incluso tú misma, es quien primero debe hacerlo por ti.
Date la vida que mereces, trabaja en tener la paz que te hace feliz, sé tú misma y recuerda que los que no quieren permanecer a tu lado, no merecen que les guardes espacio.
Si ellos prefieren la despedida, estréchales la mano, diles adiós, su amor no te conviene, agradece lo bonito y prepárate para lo que viene, será mejor.
