Durante años nos han hecho creer que para brillar en el amor debemos encontrar a nuestra otra mitad, ya se una media naranja o una pieza de rompecabezas.
Sin embargo, se equivocan. No necesitas una mitad o encajar con alguien más para tener una buena relación.
El amor no se trata de encajar, sino de brillar con luz propia y estar con alguien que ilumine tus días y sea el faro en los momentos de oscuridad.
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Muchas veces nos refugiamos en una persona que es totalmente distinta a nosotras porque “los polos opuestos se atraen”.
Sentimos que de esta forma podremos “complementarnos”, pero muchas veces esto termina siendo un caos.
Ya estamos completas y tenemos todo para vivir un buen amor. Sin embargo, si nos aferramos a encajar, terminaremos “moldeándonos” por alguien que no vale la pena.
Quédate con alguien que te haga brillar y no con el que tengas que encajar
Encajar con una persona se trata de cambiar para ser compatibles o para creer que son el uno para el otro.
El problema es que, si realmente esa persona es para ti, no deberías ser alguien más para complacerlo o para ganar su amor.
Si tienes la necesidad de actuar diferente es porque quieres ocupar un lugar que no es para ti y que no mereces.
Porque por amor se lucha, pero no te modificas para ganar el cariño de alguien.
Al final, solo será una ilusión que creaste para conquistar, pero no pudiste brillar porque ahí no era.
Es importante que te valores y reconozcas que mereces a alguien que te haga brillar y que valore tu luz, tu poder y todo el potencial que tienes.
Principalmente que no te límite y que no quiera cambiarte.
Si es amor de verdad entenderá que no seas igual a él, que pienses diferente o que no todos sus gustos compaginen.
Se trata de amar, no de encajar en un molde
Por esto, quédate con alguien que te quiera tal y como eres, que no busque “moldearte” o cambiarte para “amarse mejor”.
Alguien que sea capaz de despertar lo mejor de ti, ese lado mágico, dulce e increíble.
Que llegue a darte más y no quiera apagarte. Que permita que ilumines sus días, pero que te dé la misma luz.
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