Si llevas años sin tener intimidad o alguna actividad placentera, puede afectar a tu cuerpo de diversas maneras, tanto a nivel físico como emocional.
Así como lo lees, el no tener placer te está pasando la factura, pero antes de que te asustes y creas que lo peor está por venir, debes seguir leyendo.
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Es importante mencionar que la intimidad es un aspecto muy personal, y sus efectos pueden variar de una persona a otra, dependiendo de factores como la salud general, el bienestar emocional, las creencias y los valores personales.
Dicho esto, a continuación te mencionamos algunos efectos comunes que podrían ocurrir:
Lo que le pasa a tu cuerpo cuando llevas años sin tener intimidad
1. Cambios en la salud física.
La falta de actividad íntima durante mucho tiempo puede afectar tu deseo íntimo, ya que el cuerpo puede perder la “costumbre”.
Esto podría llevar a una disminución en la libido, aunque no es algo definitivo. La hormona de la testosterona (en hombres y mujeres) puede disminuir por la falta de actividad íntima, lo que también influye en el deseo.
2. Pérdida de flexibilidad y tonificación muscular.
El acto íntimo es un ejercicio físico, aunque no tan intenso como otros tipos de actividad. Ya que, esta actividad puede implicar el uso de músculos específicos y la liberación de endorfinas, que ayudan a reducir el dolor y mejorar el ánimo.
Al no tenerla, podrías notar que tus músculos no se ejercitan de la misma forma, lo que puede influir en la flexibilidad y tono muscular.
3. Menos circulación sanguínea.
La excitación y la actividad íntima estimulan la circulación sanguínea en los órganos íntimos.
Sin la estimulación constante, podría disminuirse el flujo sanguíneo en áreas como los genitales, lo que puede afectar la sensibilidad y la función, especialmente en mujeres (que podrían experimentar sequedad vaginal) y hombres (quienes podrían enfrentar disfunción eréctil ocasional).
4. Problemas hormonales.
La falta de intimidad también puede afectar el equilibrio hormonal. En las mujeres, por ejemplo, la falta de esta actividad puede contribuir a la disminución de estrógenos, lo que puede influir en la lubricación vaginal y la salud reproductiva en general.
5. Estrés y ansiedad.
La intimidad física está vinculada a la liberación de oxitocina, conocida como la “hormona del amor”, que ayuda a reducir el estrés y promueve sentimientos de felicidad y bienestar.
Sin la liberación de esta hormona, podrías experimentar un aumento en los niveles de estrés o ansiedad, ya que la oxitocina también ayuda a disminuir el cortisol (hormona del estrés).
6. Soledad o sentimientos de aislamiento.
La falta de intimidad también puede llevar a sentir una desconexión emocional o física con otras personas.
El contacto físico y la intimidad son esenciales para el bienestar emocional, y su ausencia puede hacer que algunas personas se sientan solas o aisladas, lo que podría afectar la autoestima y la confianza en una misma.
7. Disminución de la autoestima.
La actividad íntima está estrechamente vinculada con la autoestima. La falta de intimidad puede hacer que algunas personas sientan que su atractivo o su valor personal está siendo puesto en duda, lo que podría disminuir la confianza en sí mismos.
8. Desconexión emocional.
Si en una relación de pareja hay una falta de intimidad, puede afectar la conexión emocional entre los dos.
El contacto físico regular y la intimidad son una forma de comunicación en una relación, y su ausencia puede generar conflictos o una sensación de desconexión.
9. Tensión o frustración.
La falta de relaciones íntimas también puede generar frustraciones, especialmente si uno de los miembros de la pareja tiene necesidades no satisfechas.
Esto puede llevar a malentendidos, conflictos y, en algunos casos, a una ruptura en la relación.
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