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5 lecciones que siempre aprenderemos a la mala

¿Te ha pasado?

¡Toma nota!

Solo hay una forma de aprende estas lecciones: a la mala.

La vida puede ser nuestra mejor amiga si estamos atentas a sus señales, vivimos plenamente sin lastimar a otros y ayudamos a los demás podría recompensarnos.

Sin embargo, si nos hacemos las locas y fingimos que nada malo pasará si cometemos uno que otro pecadito, la vida se encargará de darnos una lección.

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Y la lección no llegará caída del cielo, más bien será en forma de bofetada y a la mala.

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Sin embargo, existen lecciones que siempre aprenderemos a la mala, no es que la vida se empeñe en hacernos infelices, simplemente es la mejor manera para no repetir nuestros errores.

Estas son las 5 lecciones que siempre aprenderemos a la mala:

1. Jugar con fuego.

Las aventuras siempre serán algo excitantes y divertidas, pero es un hecho que si juegas con fuego te vas a quemar.

Deja de ser la número dos y comienza a valorarte más, la diversión será momentánea, pero las consecuencias podrías perdurar toda la vida.

2. Confiar en todo el mundo.

Algunas personas no conocer el valor de la amistad, pro esto, es importante conocerlas a fondo y no confiar ciegamente.

Si les cuentas todo sobre ti, les darías el poder de hacerte daño, la cantidad no es importante, sino la calidad.

3. La vida no es fácil.

Lo único que cae del cielo es la lluvia y la popo de pájaro, si de verdad quieres obtener cosas buenas en tu vida, debes trabajar por ellas y esforzarte al máximo.

4. Los malos momentos sacan lo peor de las personas.

En el peor momento de tu vida podrás conocer quien si está ahí para ti y quien prefiere solo ver cómo te hundes.

No idealices a las personas, pues podrías terminar muy decepcionada.

5. El amor lo cambiará.

Un patán siempre lo será uno, tu amor incondicional no lo cambiará de la noche a la mañana, si él quiere seguir con su vida fácil y divertida no le importaran tus sentimientos.

Sí está bien equivocarse, pero lo importante es aprender la lección y no encariñarse con el problema, pues la vida podría llegar con una patada voladora a abrirte los ojos.

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