Todos los que hemos tenido que recuperarnos de un corazón roto, sabemos que olvidar es difícil cuando extrañar es lo único que hacemos… Extrañar para olvidar, el orden natural de un adiós.
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Extrañar para olvidar, el orden natural de un adiós
Mario Benedetti dijo, «el olvido está lleno de memoria» y cuánta razón tenía. A veces, quizá contagiadas por la desesperación de ya cerrar un ciclo, queremos olvidar con urgencia, estar como si nada lo más rápido posible.
También caemos en el error de querer acelerar el tiempo para olvidar pronto y pensamos que recordar a una persona o que nuestra mente nos muestre recuerdos que atesoramos nos separan de nuestra meta de olvidar.
Pero no es así, extrañar para olvidar, el orden natural de un adiós, si no extrañáramos lo que amamos, entonces, ¿cómo podríamos hacernos conscientes de que ha habido un cambio en nuestra vida?
Para olvidar una persona y cerrar una relación, primero necesitamos extrañarla y vivir esos recuerdos con toda su intensidad ya que eso es lo que nos ayudará a sanar para dejar atrás.
Entonces, si tú estás viviendo el duelo de una separación amorosa, sé gentil contigo y con tu proceso, no te desesperes porque aún piensas en tu ex o porque te cachas reviviendo lo que ambos llegaron a ser.
Abraza esos instantes en donde el dolor de extrañar a alguien te enseña el gran amor que hubo, sin embargo, tu presente es distinto a lo que fue y ahora deberás continuar, avanzar, comenzar una nueva etapa.
¿Doloroso? Sí, pero necesario. Aprende a admirarte en tu trascendencia del dolor a la resiliencia. Un espacio en el que para avanzar necesitas soltar el peso de lo que ya no está contigo.
La vida nos enseña quiénes somos cuando nos ponte en las manos estas experiencias difíciles, toma decisiones desde el amor hacia ti y hacia tu vida, renuévate y vive un día a la vez.
Si te das cuenta, esto no sólo aplica al término de una relación amorosa, todo lo anterior podría servirte en la partida física de un ser amado.
No podrá haber un olvido completo, como si arrancaras de tu vida una estampa, pero puede haber un olvido en el que lo que fue, no te limita, no condiciona y no altera tu presente.
Es un adiós que a pesar del dolor que provocó, te puede hacer más fuerte, más sabia, una persona que ha encontrado motivos para disfrutar de la vida en un nuevo comienzo.
Sé fuerte, pero no por obligación, sino porque puedes y podrás.
Porque eres responsable de tu felicidad, de construir tu paz y nadie más puede hacerlo por ti.
Extraña y valora lo que recuerdas, mientras estés dejando tu pasado atrás, tus pasos te llevarán a un nuevo presente y en su momento todo será revelado, tendrás nuevos pensamientos y poco a poco, recobrarás tu hoja en blanco.
Saldrás adelante así como has salido de otras circunstancias difíciles, pero cree en ti, sé consciente de tu cuidado y de tu amor propio.
Despréndete de lo que arrastras y vive ligera, ¡vive!
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