Tener una relación de pareja implica trabajo diario de las personas involucradas, es decir, entre ambos construyen el vínculo y se encargan a diario de mantenerlo y hacerlo crecer.
Te puede interesar
Este reto te ayudará a quererte más y ganar amor propio
Jugaste a perderme y te dejé ganar… ¡Estoy mejor sin ti!
¿Sientes celos de sus ex? Podrías tener el Síndrome de Rebecca
Se lee sencillo pero en la práctica es mucho más difícil darle forma y fondo a la relación de pareja.
Una relación de pareja debería fluir por el amor, la decisión y voluntad de dos personas que se aman, así debería ser. Sin embargo, no siempre sale bien.
En ocasiones es una de las 2 personas la que más se entrega y la que más se compromete.
Es la persona que más se esfuerza por la relación y por ver feliz a la otra persona. El problema de esto es cuando siempre es así y más que monotonía o rutina, se hace un vicio en el que parece reflejarse que la relación se sostiene sólo por un lado.
Así que, si tu relación te da las siguientes sensaciones, no es SU amor, es TU amor haciendo lo que te toca e intentando hacer lo que le corresponde a tu pareja.
1.Frustración.
Si cada que intentas avanzar un paso, sientes que algo en tu relación te retrocede 2 y sientes frustración al respecto, estás en toda la razón de sentirte así.
¿Te has puesto a pesar si en realidad es porque lo estás haciendo sola?
2. Soledad.
La soledad no es mala, pero si te sientes sola estando con alguien que debería ser tu compañero de vida, es momento de ser más objetiva y evaluar qué está pasando con tu relación de pareja.
3. Desgaste.
En todos los sentidos, físico, económico, mental, anímico, emocional… En vez de que esa relación sea una fuente de energía, es la fuga de tus ganas y recursos.
Cuando estamos muy enamoradas solemos perder la objetividad, por es es importante nunca descuidar nuestro amor propio pues será el que nos indique cuando algo no esté bien en la relación.
Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.
