Iniciar una relación abierta a los treinta puede ser algo difícil, pero no imposible y para que esto funciones debes tomar en cuenta algunas cosas.
Para que así ninguno de los involucrados salga decepcionado o con el corazón roto.
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Actualmente alguna personas han optados llevar relaciones abiertas o tener un free, porque están hartas de darle todo a la persona equivocada.
Por esto, prefieren pasarla bien sin comprometerse emocionalmente y que esto no influya en la “relación”.
Sin embargo, si no se tienen las ideas claras es muy probable que aparezcan problemas más adelante.
Por eso antes de tomar una decisión acerca del tipo de relación que deseas llevar con tu pareja, deben conversar sobre las cosas que quieren, establecer las reglas entre ustedes y saber cuál es el límite.
5 cosas que debes aprender de un free a los treinta y tantos
1. Poner límites.
Antes de tomar una decisión deberán tener una conversación y definir qué es lo que significa para cada uno tener una relación abierta.
Ya que podrían tener conceptos diferentes.
Una vez que tengan una idea clara de lo que quieren hacer deberán empezar a establecer sus regalas y sus límites.
No son una pareja convencional, pero ambos quieren lo mismo y están dispuestos a respetar eso.
2. Analiza tus sentimientos.
Una vez que hayan establecidos sus reglas y limites, es tiempo de ser consciente y saber si estás realmente dispuesta a ceder a un free.
Ya que en otras palabras se puede decir que estarías “compartiendo” a tu pareja.
Porque tienen una relación, pero no podría ser exclusiva. Por esto, es importante hablar claro desde un inicio.
Si tienes las cosas claras debes saber que en este tipo de relación los celos y los reclamos quedan fuera.
Así que tendrás que aprender a controlar tus celos y emociones desde ahora.
3. Cuídate.
Aunque tienes un tipo de relación más liberar no significa que no sientan nada mutuamente.
Al contrario, si quieren cuidarse deberán considerar el aspecto emocional e íntimo para que nada los afecte.
Porque déjame decirte que un free a los treinta no lo tienes con cualquiera, sino con alguien que te inspire confianza y con el que puedas expresar tus sentimientos y deseos libremente.
4. Dudas.
Tal vez al inicio les parezca una gran idea para experimentar nuevas aventuras.
Sin embargo, conforme pasa el tiempo pueden ocurrir dos cosas:
la primera es que aparezcan dudas acerca de los sentimientos que tienes hacia tu pareja o termines convenciéndote de que tener una free fue una mala idea.
No está mal que dudes o te arrepientas de lo que quieras con esa persona, pero en el instante en que tus sentimientos es importante aclararlos y no esperar a que sea muy tarde.
5. Disfruta sin culpas.
Tal vez, creas que a los 30 tener un free no es una opción, que te estás equivocando o que ya no estás para esas cosas.
Pero al realidad es que no puedes saberlo hasta que lo hayas vivido.
Deja atrás la culpa y enfócate en lo que tú quieres y necesitas en tu vida. No importa si es un amor pasajero o una noche casual, mientras te haga feliz está bien.
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