advertisement advertisement
Buscar
  • Escribe al menos 3 letras para buscar.

Le di una oportunidad porque pensé que era diferente, pero igual me decepcionó

¿Te ha pasado?

¡Ojo con esto!

Después de muchas decepciones, decidí darle una oportunidad a un hombre que prometía ser diferente, pero al final fue un patán más.

El juraba y me demostraba que con él las cosas serían distintas a mis relaciones pasadas, que había amor, sinceridad, respeto y comunicación.

Te recomendamos:

5 razones por las que debes mantener tu vida en privado

7 errores que cometes al usar el estampado animal print

Advertisement

¡Échale un ojo al Facebook de Hey Hey Hello! ?

Todo parecía indicar que así sería y aunque todo empezó bien, poco a poco comenzó a derrumbarse. 

Le di una oportunidad porque pensé que era diferente, pero igual me decepcionó

Me di cuenta de que era un patán en una nueva y peor versión, me estaba conquistando para demostrarse que yo podía caer ante él.

Parecía que le había contado mis desdichas para inspirarlo y que se comportará peor. 

Aunque me decepcionó, siento que abrí los ojos a tiempo y evité que me hiciera más daño, pude ponerle un alto a su forma de amarme, porque vi las señales.

Preferí enfocarme en la realidad que permitir que esté patán siguiera endulzándome el oído con promesas eternas.

A continuación, te contaré sobre las alertas rojas que me hicieron ver que él no era el amor de mi vida, sino un error…

errores-comida-sana comer chiles preguntar patán
Shutterstock / Dean Drobot

Cómo saber que él también es un patán

1. Cuando me tuvo, se alejó. 

En el momento en el que comencé a enamorarme de él, de aceptar su cariño y al formalizar la relación, todo acabó.

Dejó de conquistarme, para creer que me tenía y eso me obligaba a hacer todo por él y por la relación.

Ya no era mi cómplice ni mi amigo, ahora era alguien que comenzaba a desconocer. 

2. Dejó de ser atento.

No es que al inicio se desviviera por mí o me diera todo, dábamos en el mismo nivel, pero siempre de una forma respetuosa, amable y sincera.

Sin embargo, siempre tuvo detalles que me enamoraban, me hacían sentir segura y amaba. 

Todo esto acabó cuando lo nuestro se volvió más serio, pareciera que se rompió una burbuja de ilusión y comencé a ver la triste realidad.

Solo decía y hacía cosas para tenerme ahí, pero no porque me quisiera.  

3. Quería que yo diera todo. 

Cuando dejé de ser la mujer que le gustaba y me convertí en su novia, dejó de hacer su parte y se convirtió en mi obligación darle todo.

Ya no me apoyaba ni tampoco me inspiraba, simplemente estaba ahí, sin quererme, pero conformándose con esa situación.

4. Me limitaba.

Aseguraba que quería lo mejor para mí, pero siempre criticaba mis decisiones o me hacía sentir insegura en mi propia piel.

Poco a poco me sentía menos yo, y comenzaba a ser una versión de lo que él quería para mí.

Al final entendí que no quería a mí, solo quería modificarme para convertirme en su tipo ideal, lo peor es que no le interesaban mis sentimientos, todo se trataba de él.

Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.

Advertisement