advertisement advertisement
Buscar
  • Escribe al menos 3 letras para buscar.

Una buena acción siempre trae su recompensa (esta historia lo comprueba)

¡Busca un Kleenex!

¡Busca un Kleenex!

Él se llama Mamoudou Gassama y es un ciudadano maliense (Malí) que acaba de hacer una gran hazaña en París.

Y es que sin pensarlo, ni dudar, este hombre ha conseguido la admiración de todos -e incluso del gobierno francés- después de rescatar a un bebé cuyo cuerpo estaba suspendido en un balcón y a punto de caerse.

«He visto que se le podía coger por el balcón y he empezado a escalar. Y gracias a Dios lo he salvado», fueron sus primeras palabras tras el rescate.

¿Ya viste el video?

Hay una grabación que muestra la hazaña de Mamoudou y que se viralizó en tiempo récord. Te lo mostramos:

Si te interesó esta nota, te recomendamos leer:

5 señales (casi inadvertidas) de que sufres de la tiroides

Lo que debes hacer para combatir los celos y la inseguridad

Según su propio testimonio, él estaba por el lugar y al darse cuenta que el bebé de 4 años estaba en peligro, decidió buscar una solución para poder salvarlo.

En el video, se puede ver a Mamoudou escalar de manera rápida y con precisión 4 balcones de un edificio; y recuperar al niño que se balanceaba en el aire y que podía perder la vida por la caída.

Pero esta historia no termina aquí. Esta buena acción de Mamoudou, que nació de su corazón y buena voluntad, ya le ha reportado recompensas.

Y es que, una vez terminada su hazaña y viralizarse el video, se conoció que el hombre se mantenía sin documentos en Francia y que había ingresado al país en el pasado mes de septiembre.

Por lo cual, en manera de agradecimiento y recompensa, el gobierno de Francia decidió otorgarle la nacionalidad francesa que tanto necesitaba y le urgía.

Incluso Mamoudou Gassama logró reunirse con el mandatario francés Emmanuel Macron, en El Palacio del Elíseo.

Así, Macron no sólo felicitó a Gassama por su acto excepcional; sino que también le ofreció trabajo en los servicios de rescate del cuerpo de bomberos francés.

¡Increíble! Pero pasó y Mamoudou se siente orgulloso y agradecido.

Cuéntanos ¿qué te parece esta conmovedora y linda historia?

¡Síguenos en Facebook!

Advertisement
Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement