Hay una amenaza tan grave como la adición a las drogas y al alcohol, y esa es la obsesión al trabajo que lleva a las personas a concentrarse en el área profesional y descuidar otros aspectos de la vida.
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Esa especie de concentración extrema a las responsabilidades laborales, y que en esta época a quienes la padecen los conocemos como workaholics.
Una adicción…
Lo más grave de este tipo de adicciones es que resulta muy difícil reconocerla y asumirla como un verdadero problema.
En la época contemporánea el trabajo extenuante y esfuerzo constante es considerado un valor positivo que fomenta el progreso y la evolución de las sociedades.
Así, la frontera entre el tiempo de trabajo saludable y las horas extras que comienzan a ser nocivas para las personas se desdibuja sin siquiera permitirnos identificar el problema.
Al contrario, el adicto al trabajo parece ser recompensado con elogios, dinero y una variedad de beneficios adicionales.
Entonces, ¿qué tiene de malo?
La gran dificultad está en que muchas veces el ferviente deseo por trabajar esconde ciertos vacíos existenciales o la intensión de querer evadir problemas y realidades de nuestra vida.
Así comenzamos a funcionar como máquinas, y vamos dejando de lado todas las gratificaciones que podemos obtener en la vida personal.
Es decir, desmejoramos nuestras relaciones familiares y amorosas, y enfocamos todo nuestro esfuerzo en el éxito profesional.
Y si bien a primera vista el trabajo puede hacernos sentir muy competentes, nunca puede lograr emocionarnos y enriquecernos como las relaciones interpersonales que tenemos con los amigos, la familia y ¡claro! nuestra pareja.
Además, pasar mucho tiempo en el trabajo puede también tener el efecto contrario a lo esperado.
El fenómeno en Japón se conoció como «karoshi».
Una enfermedad de salud pública que comenzó en 1987 y que no era otra cosa que la muerte instantánea de las personas por exceso de trabajo.
En donde las jornadas laborales sobrepasaban las 15 horas diarias, y aumentan los riesgos de tu organismo de sufrir enfermedades del corazón, desórdenes del sistema inmunológico, diabetes y ciertas formas de cáncer.
Por todos estos motivos, el trabajo en exceso no es una buena idea para el ser humano, quien debe llevar una vida equilibrio y motivada en diferentes intereses, si se quiere alcanzar ese ideal que tanto anhelados y que conocemos como salud y felicidad.
¡Cuéntanos que opinas de esta adicción a las jornadas laborales!