Hablar en público es llevar la presión de las reuniones sociales al extremo, por eso lo tomaremos como ejemplo en este artículo.
Porque la ansiedad que puede producirte el hablar frente a desconocidos puede estarte orillando a ser más introvertida de lo que quisieras.
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Entonces… si logras dominar el temblor de tu pierna, el sudor de tus manos y el pánico de imaginarte frente a todos esos desconocidos te sentirás más segura de ti misma y podrás decidir si quieres quedarte en una esquina.
Ahora será tu decisión… no algo inevitable porque te da pánico pensar en hablarle a alguien que no conoces.
Eso sí, será imprescindible tranquilizar la mente con pensamientos positivos, practicar en reiteradas ocasiones y tener la confianza de que todo saldrá bien.
Así que toma como pretexto estos tips para hablar frente a muchas personas y aplícalos en las situaciones sociales que vives a diario.
1. Piensa positivo
Si hemos escuchado este consejo varias veces es simplemente porque ¡funciona! Imagina y visualiza que tu presentación será exitosa y que todos estarán interesados y muy receptivos a lo que tienes que decir.
Este tipo de pensamientos reducen tus niveles de ansiedad y te permiten manejar el estrés ocasionado por la exposición social.
2. Respira profundamente
Concentrate en la respiración cuando te agobien los pensamientos negativos y las ideas derrotistas, así tomarás de nuevo el control de tu mente y podrás relajarte para que todo tu discurso sea expresado de la manera en que lo previste.
3. No sientas temor por los silencios
Si tu mente quedó en blanco por unos momentos, no te quedes obsesionada en la idea de que todo va mal y seguirá peor. Trata de concentrarte en un punto y retomar el hilo con tranquilidad.
Dale tiempo a tu memoria, y ten presente que no eres una máquina.
4. Organízate
Mientras más ensayes y planifiques toda la presentación, menos nerviosa te sentirás y más seguridad demostrarás en tus argumentos e ideas.
Además, los esquemas te sirven como un ancla en el caso que tu mente quede en blanco y necesites retomar el hilo de la exposición.
5. Confía en ti
No te quedes pensando en los errores que cometiste en el pasado o las experiencias poco agradables que tuviste con anterioridad.
El ser humano va aprendiendo y todo lo que hacemos se va perfeccionando con el tiempo y la paciencia.
6. Escucha a tu cuerpo
Mantén satisfechas todas tus necesidades para evitar que tu cuerpo esté expuesto a una exigencia extra durante la pronunciación de tu discurso.
La idea es que te sientes relajada y a gusto para que tus ideas puedan fluir por tu mente y tu boca con libertad.
¡Cuéntanos qué otras técnicas pones en práctica!
