Se acerca el verano y eso significa que tenemos que maximizar nuestros esfuerzos para bajar esos kilitos extras que aún seguimos teniendo.
Esos que nos hacen dudar sobre si debemos usar ese diminuto traje de baño que está de moda, y que cada vez que lo vemos en una revista nos hace molestarnos con nosotras mismas porque aún no hemos cumplido con los propósitos de año.
Ahora bien ¿cómo podemos lograr de una vez por todas nuestra metas y estar listas para la época de sol?
Por supuesto que la clave está en lo que sabemos de sobra: practicar una actividad física con constancia y mantener una alimentación saludable, que no arruinemos por una momentánea tentación.
Sobre esto último, tenemos que considerar que muchas veces no bajamos de peso porque cometemos ciertos errores, sin siquiera darnos cuenta…
¡Checa esta lista con los errores más comunes y corrígelos desde ya!
1. Saltarte las comidas
El ayuno puede provocar que en la próxima comida te veas tentada a una sobre ingesta de calorías, ¡sin contar! que poco a poco estarás contribuyendo a que tu metabolismo se ralentice.
2. Reducir por completo las grasas
Es necesario comer algo de grasa, porque no sólo es saludable, sino que te ayudará a sentirte saciada. Opta por alimentos como el aceite de oliva, frutos secos, pescado azul, semillas, aguacate, entre otros.
3. Eliminar por completo los hidratos de carbono (pan, pasta, arroz, patata…)
Lo ideal no es eliminarlos, sino optar por aquellos que sean integrales o ricos en fibras y minerales. Además, acompañarlos con vegetales y hortalizas.
4. Hacer sólo ejercicios de cardio
Lo ideal es combinar el cardio con ejercicios de fuerza, con el objetivo de desarrollar músculo, quemar calorías y aumentar el metabolismo.
5. Comida trampa
Mientras más restrictiva es una dieta, aumenta más el peligro de la comida trampa.
Y es que, por lo general, esa comida trampa suele estar cargada de muchísimas grasas y azúcares.
6. Comer barritas proteicas para reducir el consumo de carbohidratos
Muchas tienen grandes cantidades de hidratos de carbono y grasas que no favorecen en nada la consecución de nuestros objetivos.
7. Seguir una dieta estándar que no tenga en cuenta tu metabolismo
Lo ideal es someterse a un estudio metabólico que determine qué nutrientes son procesados mejor por nuestro organismo (azúcares, grasas o proteínas) y proceder a diseñar junto a tu nutricionista una dieta personalizada.
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