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Si te está pasando esto… cada vez te pareces más a tu mamá

"Esos eran otros tiempos"

Las amamos mamás...

«Esos eran otros tiempos», «es que no me comprendes», «¡ay mamá!», son algunas frases o pensamientos que llegamos a tener por nuestra mamá y quizá en la etapa de rebeldía nos resistíamos a parecernos a ellas, pues a pesar de amarlas con todo el corazón, en su afán de marcarnos límites nos sentíamos incomprendidas.

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Pero el tiempo pasa y a su paso deja más que enseñanzas, pues llega un momento en que somos nosotras las que pronunciamos sus frases, imponemos sus castigos o nuestras acciones (y facciones) se marcan con poder genético.

Por ello, y porque no necesitamos un día especial para recordarlas y reírnos con ellas, te compartimos las señales de que cada vez te pareces más a tu mamá:

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1. Físicamente se van pareciendo más
Si de niña te parecías a tu papá o a tu familia por parte paterna, de repente te ves al espejo o ves fotos de tu mamá y dices: ¡Sí nos parecemos!

2. Nadie se mete con tu familia, menos con tus hijos
Seguramente escuchaste decir eso a tu mamá más de una vez y aunque siempre le has dado la razón, ahora eres tú quien defiende a los suyos a capa y espada.

3. Tomas el café negro
Eras fan del café con leche o de la leche, pero hoy no despiertas si no te tomas un buen café negro, justo como lo hacía tu mamá.

4. ¿Qué hubiera hecho ella?
Cuando has tenido que tomar decisiones importantes una referencia para que puedas decidir es pensar qué hubiera hecho ella en ese momento.

5. No te gustaban los suéteres grandes y pesados
Pero en este invierno ya tuviste un suéter favorito que te acompañó durante todo el invierno.

6. Guardas «cositas»
Botones, cables, hilos, agujas, todo lo que crees que después pueda ser útil. Quizá también en cajas redondas metálicas de galletas danesas.

7. Siempre cargas con todo en tu bolsa
Y tu mamá siempre tenía todo en su bolsa.

8. Platicas con sus comadres
Si llaman por teléfono a la casa o te las encuentras en la calla, las saludas y se quedan platicando un rato, cuando antes les dabas la vuelta.

9. Tienen más temas en común
Tintes que cubran bien las canas, el dolor del parto, el primer susto del hijo… sus experiencias las acercan más.

10. Le aprendes todo lo que puedes
Desde estabilidad emocional, de pareja, familiar, laboral…

11. Quieres su sazón
Quieres que lo que tú preparas esté tan rico como lo que ella preparaba de comer.

12. Le preguntas cómo le hacía para que le alcanzara el dinero
Y a veces ni ella lo sabe.

13. Su fuerza está dentro de ti
No sólo llevas su sangre, sabes que tienes mucho de su carácter para salir adelante de las adversidades.

14. Te has sorprendido diciendo sus mismas palabras
Incluso si no tienes hijos, puedes tener sus mismas expresiones.

15. Te cuidas más a ti misma
Y eres tú quien se dice: «me regreso temprano».

16. Te has puesto su ropa
Sus vestidos o blusas y lo que te quede.

17. Tú eres quien lanza la chancla
Sí, la chancla voladora un tino que se transmite de generación en generación.

18. Tú eres quien va tras la cucaracha
Ya no le gritas a tu mamá que saque el bicho que apareció en tu cuarto, eres tú quien con todo el asco del mundo tiene que enfrentar a la cucaracha.

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Queridas mamás gracias por estar ahí cuando las necesitamos, querernos con paciencia y por darnos las palabras de aliento cuando nos hacía falta oírlas.

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