advertisement advertisement
Buscar
  • Escribe al menos 3 letras para buscar.

Carta a mi ex que no quiso ser mi amigo

¿Au revoir o adieu?

Lee...

No sólo me desairaste en lo amoroso, me rompiste el corazón en mil pedazos y todavía rechazaste mi cercanía bajo el nombre amistad.

Te recomendamos

-Netflix nos acaba de romper el corazón con esta noticia

-5 cosas que te hacen una mujer atractiva e inolvidable (según la ciencia)

Ya no importa el final de la historia, sino lo que escribimos después del fin…

Nos reencontramos, como si el destino nos hubiera visto como piezas de ajedrez, tomamos el mismo rumbo en el mismo atardecer, nuestras miradas nos reconocieron en seguida y con una tibia sonrisa nos saludamos con un tímido:

«Hola, ¿cómo estás?»

.

via GIPHY

Caminamos dirección a casa, ambos solteros y con palabras escondiendo lo que estoy segura ambos recordábamos de nuestros años juntos.

La conversación nos actualizaba y fingimos controlar la calma que se perdió un poco en un abrazo cálido de despedida.

Advertisement

Intercambiamos números, vinieron los whatsapp.

Después de no saber nada de ti, después de olvidarte para recuperar mi vida y sanar mi corazón, volví a saber que llegabas tarde al trabajo, que saldrías de fin de semana o se te acabaría la batería, temas tan comunes que antes hablábamos con total naturalidad de pareja.

Esta vez, tiempo después, parecían pretextos para hacernos presentes, como si la vida nos hubiera dado una segunda oportunidad que no buscamos y, como era de esperarse, tocamos los temas que al principio evadimos: Nosotros.

Recuerdo que entre lágrimas agradecí tu valor de amarme, tú, de forma sincera, me diste las gracias por sacar la parte tierna de tu personalidad con la que te diste cuenta que sí sabías amar.

Todo iba bien, «cerrando el ciclo», pensé, pero tú, por alguna extraña y egocéntrica razón, pensaste que mis atenciones e interés por ti estaban construidas en anhelos y nostalgias: «no te quiero volver a lastimar, no te quiero romper de nuevo el corazón», me dijiste para dejarme helada.

Una vez más, tu subida autoestima me confirmó que entre tú y yo no podía haber nada sano, primero me sentí humillada al pensar que tú creías que yo, después de tanto, todavía suspiraba por ti, cuando en realidad, sólo me hubiera gustado saber de ti, de tu vida, por cariño y respeto de lo que un día fuimos y lo que compartimos.

La diferencia está en que yo no puedo ser ajena a mi pasado y mi manera de sanarte fue aceptar que siempre serías importante para mí, por lo que FUIMOS, pero no serías IMPRESCINDIBLE y mucho menos DESEABLE.

Después del fin de nuestra relación y el proceso que llevé para volver a creer en el amor, supe que me gustaría tu amistad de forma desinteresada, que podríamos tomar café o saludarnos en la calle con menos incertidumbre, pero con tu respuesta de galán de telenovela, aprendí una nueva lección:

Sobrevaloré tu amistad y ahora, no siento interés en saludarte, estás bien a la distancia, te deseo todo lo bueno, pero nada que lo que yo te pueda dar.

No eres especial, fuiste importante, pero tu ego no te hizo ver la diferencia.

«Au revoir» dicen los franceses cuando al despedirse, dejan una posibilidad de volverse a encontrar, en cambio usan «Adieu» para una despedida definitiva. Si tu ego te permite entender, ¿cuál crees que te dedico? Para que te quede claro: «Adieu».

via GIPHY

¡Estamos en Facebook!

Te recomendamos

-12 mensajes que sólo te envía un hombre que se está enamorando

-5 exigencias que una mujer madura NO tiene con su pareja

Advertisement