La infidelidad es una realidad; y todas estamos expuestas (en mayor o menor medida) al sufrimiento que produce.
Incluso somos muchas quienes hemos pasado por esta dolorosa experiencia, de la que hemos aprendido duras lecciones y de la que ¡sin duda! hemos salido más fortalecidas.
Lo cierto es que la infidelidad implica una ruptura, una ruptura de la concepción del amor que teníamos, una ruptura en la confianza depositada en el otro, una ruptura de sueños, pero una manera más consciente y madura de percibir el amor.
Como sea, cuando pasamos por esta experiencia y decidimos superarla con nuestra pareja (es decir, salvar la relación); hay varios situaciones negativas que debemos enfrentar:
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1. Estarás pensando que «volverá a pasar».
Si una vez se dejó llevar por la tentación; ¿por qué no lo hará una segunda vez?
Incluso pensarás que te mostraste muy débil al perdonarlo, y que así nunca te respetará.
Sobre esta idea, volverás una y otras vez, en muchos días de tu vida.
2. Sospecharás siempre.
Estarás muy atenta a cualquier sospecha, incluso en mínimos detalles: su salida tarde del trabajo, la llamada recibida muy temprano, su ropa nueva…¡lo que tu mente sea capaz de imaginar!
3. Tu autoestima estará resentida.
Pensarás, de manera desacertada, que la infidelidad tiene que ver directamente con tu persona (tu físico o comportamiento); y no un problema de lealtad, compromiso y respeto de parte del otro.
Recuerda que no hay absolutamente nada que justifique una infidelidad; ni siquiera las peleas y conflictos que puedas tener con el otro.
4. La tensión será un estado constante en la etapa ¨post-infidelidad».
La infidelidad te creará inseguridad; y ante la más mínima dificultad, te mostrarás con tensión y muy poco motivada a ceder espacio y mostrarte complaciente para resolver el conflicto.
Lo peor es que tanto tu resentimiento como el engaño de tu pareja serán los temas principales de cada pelea.
5. Te sentirás lastimada…
Sentirás que te traicionas: que no eres fiel a tus valores, a lo que piensas, a la idea que tenías sobre tu vida amorosa, etc.
Incluso comienzas a pensar que te estás fallando y conformando con menos de lo que mereces.
Cuéntanos ¿Qué más agregarías a esta lista?
