Muchas veces nos cuestionamos si hacemos bien al llorar por ese amor. Estamos desperdiciando nuestras lágrimas por alguien que no nos supo valorar.
Puesto que, somos mujeres fuertes y seguras de nosotras mismas… Pero a veces nos quebramos, porque somos humanas y tenemos sentimientos.
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No podemos hacernos las fuertes todo el tiempo, si lo hacemos así, llegará el día que saquemos todos y explotemos.
Nuestros sentimientos quedarán expuestos, lo más profundos y secretos serán revelados a través de las lágrimas.
¡No sufras más!
Somos valientes, pero no nos convertiremos en la mujer maravilla y perfecta que todo el mundo quiere. Porque ella es un personaje ficticio y nosotras no.
Así que, SÍ, se vale llorar y sufrir por un amor, pero solo por un breve tiempo…
Tenemos que limpiarnos de todo ese “amor”, liberarnos de ese sufrimiento y despedirlo con nuestras lágrimas.
Aunque creas que un desperdicio llorar por alguien que no vale la pena, no lloras por él, lloras por ti, para sanarte, para sacar todo lo que tienes dentro, todo el coraje, las penas, la desilusión, todo lo que te dejó y ya no quieres más.
¡Siempre serás fuerte!
No dejas de ser una mujer madura, fuerte y segura por llorar, no eres perfecta, eres humana que siente y sufre y así como se cae se levanta, con más fuerza y ganas.
Sí, muchas veces no lo han dicho: “no llores se valiente, tú puedes con esto y más”, y sí puedo, y sí soy valiente, y esto solo es una más pero también quiero llorar…
Ya lo dijo María Félix: “a un hombre hay que llorarle tres días… Y al cuarto, te pones tacones y ropa nueva”. Ella siendo un símbolo de una mujer fuerte, bella y empoderada, que hizo y deshizo como quiso.
Se dio el “lujo” de llorar por un hombre, porque sabía que era signo de purificación.
El punto es hacerlo por un breve tiempo y después seguir adelante como si nada hubiera pasado, como si esa tormenta no nos hubiera afectado en lo absoluto.
Porque vendrá algo mejor, algo que sí nos sepa valorar y que sí se merezca nuestras lágrimas, pero que jamás las provocará, porque será un amor verdadero.
Así que olvídate de lo que digan los demás, si tú quieres llorar, hazlo, llora todo lo que tengas que llorar y comienza otra vez.
