Soy una mujer moderna, ante todo soy yo misma, trabajo por y para mí, es indispensable sentirme realizada y poder poner en práctica las cosas que me hacen sentirme plena.
Entiendo la importancia de la equidad de género y también que en ocasiones se le tiene que hacer un espacio a lo igualitario, porque sí, comprendo que la equidad y la igualdad no son lo mismo.
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Disfruto de vivir y cada mañana tengo claro que en mi vida y en mis decisiones mando yo, nunca callaré cuando esté frente a algo que no me guste y defenderé lo que sea defendible.
Soy una mujer que esculpe su futuro bajo el golpe de mis propias convicciones, me respeto y respeto a quienes me acompañan cada día en mis etapas de vida.
Ser una mujer moderna hoy es ser independiente, autónoma, práctica cuando se necesite como metódica cuando se requiera, como dicen por ahí: no te quiero para que me bajes el sol, la luna y las estrellas… Te quiero para que ambos, tendidos sobre el pasto viendo el cielo, disfrutemos de nuestra compañía.
Pero, quiero decirte que en mis convicciones también se encuentra una forma de amar a la antigua, una entrega que no busca ser desechable, un amor que no salga corriendo cuando las cosas se pongan difíciles.
Te quiero para compartir la vida, para que juntos construyamos un mundo, te daré todo de mí y no prometeré nada que no piense cumplir.
La manera que concibo de amar es estar ahí en las buenas y, en las malas, nunca irme, luchar hombro con hombro para seguir cuesta arriba.
¿Por qué hago la diferencia?
Porque cada vez veo más casos en los que la gente se traiciona, se suelta, juegan entre ellos como si el futuro no importara y aunque sé que el mañana no da certezas, no creo en prometer algo ya imaginando lo que harías si no funciona.
Quizá en ese aspecto mi amor es anticuado, pero no importa, en mi corazón sólo entiendo que amar a alguien involucra todo, es luchar a diario, es no dejarse vencer sin haberlo dado todo.
A pesar de ello, soy una mujer que se entrega al 100 pero también sé cuando irme y si lo hago es porque en verdad intenté lo que estaba en mis manos pero no puedo abandonarme a mí.
Si tú valoras eso, mereces lo que tengo, mereces ser quien me acompañe en los viajes, quien esté de mi mano en las fotografías más especiales, serás quien me entusiasme por el día y me provoque por las noches.
Aceptaré tus defectos y trabajaré en que siempre pese más lo bueno pues el amor es una prueba de resistencia, paciencia y tolerancia.
Serás mi inspiración y mi certidumbre, yo trataré de darte lo mejor de mí, un amor correspondido, comprometido y honesto.
Sí, esperaré ser igual de importante para ti, pediré cosas en voz alta y no me andaré por las ramas pero si nos enamoramos, todo será recíproco.
Simplemente soy una mujer moderna que sabe amar a la antigua, si valoras eso mereces todo.
