Nuestro estilo de vida está estrechamente relacionado con nuestra alimentación, nuestras ocupaciones, recursos y rutinas, suelen pautar la manera en la que comemos.
Por ello, no es de extrañarse que nuestro cuerpo nos avise que estamos teniendo una dieta con carencias, pues es a través de los alimentos que nosotros podemos hacernos de todos los nutrientes para que nuestro organismo funcione de manera óptima.
Si notas que tu cuerpo está mandando estas señales, es momento de mejorar tu alimentación.
1. Estreñimiento.
Malestares como el estreñimiento, gases o inflamación abdominal son los focos rojos de una dieta errónea.
El estreñimiento indica que necesitas aumentar tu consumo de fibra y que estás tomando menos agua que la que tu organismo necesita.
Llevar una dieta alta en fibra tiene grandes beneficios para tu apariencia y tu salud, pues la fibra ayuda a regular el tránsito intestinal.
Si te es complicado incluir en tu dieta frutas, vegetales, legumbres y cereales integrales, puedes recurrir a un suplemento alimenticio.
2. Siempre estás cansada.
Esto puede ser porque estás consumiendo menos calorías de las que necesitas ingerir para cumplir con todas tus tareas, recuerda que las calorías son energía que necesitas.
Existen alimentos, incluso algunos que son catalogados como saludables, que no nos aportan la cantidad de proteínas y carbohidratos que requerimos, por eso es importante llevar una dieta equilibrada y no excluir ningún tipo de alimento.
Por otro lado, la ausencia de una dieta balanceada puede provocar anemia, y la falta de hierro en el organismo se traduce como cansancio que, incluso, puede ser incapacitante.
3. Subes o bajas de peso sin control.
Si notas que has subido o bajado de peso sin que te lo hayas propuesto, es que no estás nutriéndote de forma consciente.
Una dieta balanceada, realizar actividad física, tomar agua y dormir bien, son factores que te ayudarán a estar en forma, siendo la alimentación nutritiva, la base para cualquier cuerpo sano.
4. Mal humor.
El agua y la actividad física no sólo depuran al cuerpo de toxinas, también liberan a la mente de estrés y ansiedad, dos malestares de la era moderna que cada vez suman, desafortunadamente, más seguidores.
Incluso, las molestias provocadas por el estreñimiento suelen provocar mal humor, así que es momento de tomar con seriedad el consumo de agua e integrar más fibra en la dieta.
El mal humor o sentirte irritable también pueden ser un reflejo de la falta de una dieta balanceada. Los temidos hidratos de carbono ayudan al cuerpo a producir serotonina, llamada “la hormona de la felicidad”, de ahí la importancia de no excluir algún grupo alimenticio, sólo se debe cuidar la porción de su consumo.
5.Te enfermas seguido.
Una dieta baja en proteínas tiene como consecuencia un sistema inmunológico débil, ya que éste se compone y refuerza con proteínas para proteger al cuerpo de microorganismos dañinos.
Consumir proteínas es una estrategia para mantenerte saludable y lejos de infecciones.
Entonces, ¿necesitas mejorar tu alimentación?
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