Aunque somos muchas las mujeres quienes fantaseamos con la idea de compartir nuestra cama con otra persona; esta situación no siempre es la mejor para nuestro descanso.
O al menos eso es lo que revela un reciente estudio de la Universidad de Viena.
Según la investigación, a las mujeres nos cuesta descansar al compartir la cama con otra persona; mientras que en el caso de los hombres es diferente.
Apenas un 20% de los hombres afectan sus horas de descanso cuando comparten la cama con su pareja; a diferencia del restante 80% que asegura tener un sueño reconfortante y tranquilo si duermen al lado de una mujer.
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En el experimento se evaluaron los hábitos de 10 parejas heterosexuales, entre noviembre de 2005 y julio de 2006, siendo evaluados cómo eran sus descansos en un total de 249 noches: 123 durmiendo separados, 63 manteniendo relaciones sexuales y 56 durmiendo juntos.
El resultado fue contundente: a las mujeres les costaba dormir y descansar bien cuando compartían su cama con otra persona.
Al contrario de los hombres, quienes tenían un descanso más placentero si estaban acompañados por otra persona.
En cuanto la intimidad, las relaciones sexuales ayudaban a dormir mejor a ambos.
¿Por qué ocurre esto?
De acuerdo a los investigadores, el fenómeno se debe a razones biológicas.
Las mujeres tienen una gran sensibilidad a los movimientos de su pareja durante toda la noche; y esto se debe a su condición biológica que está preparada para asumir el rol de madres y atender los llantos de un recién nacido, por ejemplo.
El hombre, por su parte, relaciona la compañía con la mayor seguridad que siente al dormir en grupos.
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