Esta lección te ayudará a priorizar tu salud antes que tu apariencia
Estamos constantemente bombardeadas con consejos para bajar de peso, cuidar el cabello, vernos bien, cuidar nuestra piel y bla bla bla…
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Pareciera que por ser mujeres debemos de ser perfectas, el cuerpo ideal, el cabello hermoso, tener energía, tiempo y la depilación perfecta para una noche de pasión.
¡Pero no hay algo más lejano a la realidad!
Claro, hay mujeres que logran con éxito mantener el equilibrio entre todas sus ocupaciones, pero también somos muchas las que nos partimos en cachitos y aún así se nos seca el cactus.
Pero bueno, más allá de esas tragedias en jardinería y los productos caducados en el refrigerador, debemos enfocarnos a lo que realmente importa, nuestra salud.
La salud física, mental, emocional, sexual y hasta financiera. Por ahora, nos enfocaremos en una pequeña parte de la salud física.
Esta lección te ayudará a priorizar tu salud antes que tu apariencia
Si estás obsesionándote en contar calorías, en no comer carbohidratos, en no tomar nada de azúcar, privarte de helados, postres o pizzas… Algo anda mal.
Tu obsesión por la comida saludable no es saludable…
Necesitas reconsiderar la manera en la que te estás relacionando con tu alimentación, no sólo con los alimentos, sino con el ritual que realizas al comprar, preparar, consumir y desechar los alimentos.
Especialistas en nutrición llaman a esto ortorexia pero en tu vida puedes llamarlo infelicidad o ansiedad a pesar de tus grandes esfuerzos por comer sano, estarás bajo mucha presión por la manera en la que te estás «nutriéndote».
Tómalo con calma, prioriza tu salud antes que tu apariencia y eso significa pensar en tu paz mental.
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