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Motivos por los que tu desodorante no está funcionando

Hay un problema

Pero no es lo que crees

Si a las pocas horas de ponerte tu desodorante dejas de sentirte fresca y el mal olor se presenta, es por los errores que estás cometiendo.

Y no, esto no se debe precisamente a que tu olor natural sea demasiado fuerte o que nada pueda repelerlo.

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Si no, que se puede deber a diversos factores que no tienen que ver contigo. O no, de una forma directa, sino debido a la forma en la que lo estás utilizando.

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Motivos por los que tu desodorante no está funcionando

1. Aplicación incorrecta.

Si aplicas el desodorante cuando tu piel está mojada o recién saliste de bañarte, puede que no se adhiera correctamente. Es mejor aplicarlo sobre la piel completamente seca.

2. El tipo de desodorante.

Los desodorantes no son lo mismo que los antitranspirantes. El desodorante solo neutraliza el olor, mientras que el antitranspirante también reduce la sudoración. Si necesitas evitar sudor, un antitranspirante podría ser más adecuado.

3. Sudoración excesiva.

Si tu sudoración es excesiva (hiperhidrosis), es posible que los productos comunes no sean suficientes. En ese caso, podrías necesitar productos especializados o consultar a un dermatólogo.

4. Cambio de fórmula o marca.

A veces, los desodorantes cambian sus fórmulas o ingredientes y eso puede hacer que dejen de ser tan efectivos para tu cuerpo. Quizá un cambio en la marca o el tipo de desodorante podría solucionar el problema.

5. Alimentación y hábitos.

Lo que comes también puede influir en el olor corporal. Es decir, comidas picantes, alcohol, cafeína o alimentos ricos en azufre (como ajo y cebolla) pueden aumentar la sudoración o el mal olor.

6. Estrés o ansiedad.

El estrés puede aumentar la producción de sudor, especialmente en las manos, los pies y las axilas. Si estás pasando por una etapa de estrés, tu desodorante podría no ser suficiente.

Pero podrías intentar con técnicas de relajación, para así relajarte y evitar este problema.

7. Resistencia del cuerpo al producto.

Con el tiempo, tu piel puede acostumbrarse a ciertos productos, haciendo que su efectividad disminuya. 

Por lo que cambiar de desodorante o usar una combinación de productos podría ayudar.

8. Problemas de salud.

Algunas condiciones de salud, como infecciones en la piel, problemas hormonales o desequilibrios en la microbiota de la piel, pueden afectar la efectividad del desodorante.

Y lo más recomendable en este caso es que acudas con tu médico.

Porque si el problema persiste, lo ideal sería consultar con un dermatólogo para descartar cualquier problema de salud subyacente.

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