No hay que mojar la camisa para sentirnos satisfechos con la actividad física o deporte que estemos realizando.
Y es que el sudor no es necesariamente es un indicador de que estamos quemando más calorías o perdiendo tallas con cada gota.
Según los expertos, lo realmente importante es que el tipo de entrenamiento sea el adecuado para nuestros objetivos: tonificar, rebajar o incluso crear resistencia física.
Por lo que también es bueno recordar que el sudor es sólo un regulador de la temperatura corporal, y que si bien ayuda a eliminar toxinas, no quiere decir que la cantidad de líquido que drenan por nuestros poros es proporcional a los kilos que estamos eliminando.
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Además, es bueno dejar en claro ciertos mitos que existen en relación al sudor, y que debemos comenzar a desenterrar para conseguir nuestros propósitos:
Mito 1: Entrenar con fajas te ayuda a bajar de peso.
Puede que en primer momento tengas esa sensación, y eso ocurre porque deshidratas esa zona de tu cuerpo mientras te ejercitas. Sin embargo, tras tomar agua, tu peso será exactamente el mismo.
Mito 2: La grasa se suda.
Totalmente falso. La grasa se oxida y es usada como energía durante las horas de entrenamiento.
3. Mito 3: Todos sudamos lo mismo.
Un estudio de la Universidad Internacional de Osaka reveló que hay diferencias en cuanto la transpiración según los géneros.
De acuerdo a esta investigación, las mujeres transpiran de forma menos eficiente que los hombres, por lo que tienen más dificultades para enfrentar las altas temperaturas.
4. El sudor implica la pérdida de calorías.
¡Falso! Lo que se pierden es agua y minerales, y es por eso que debes rehidratarte.
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