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Hábitos que delatan que sufres de ansiedad

No son normales

Ni parte de ti

Si tú estás 100% segura que no sufres de ansiedad y que solo has sufrido de malos momentos, pero todo bien, es momento de analizar tus hábitos.

Porque muchos de ellos delatan que vives con ansiedad y no solo eso, que has desarrollado hábitos que dejan en claro que algo no está bien.

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Aunque estos no te afectan gravemente ni tampoco le hacen daño a los demás, sí están enviando una señal de que las cosas no están bien y de que sufres ansiedad.

Incluso, es momento de que comiences a prestarle más atención a tu salud emocional y mental, porque estas acciones reflejan que hay problemas en tu vida y no los estás viendo o no les estás dando la atención que merecen.

Hábitos que delatan que sufres de ansiedad

1. Mueves una parte de tu cuerpo.

El mover manos, piernas o la cabeza, en todo momento, no es algo normal. Ya que, esta es la forma en la que indirectamente descargas energía y estrés.

La ansiedad a menudo provoca tensión en los músculos, especialmente en las manos, pies y piernas. Esta tensión puede hacer que las personas muevan o agiten estas partes del cuerpo de manera inconsciente, como una forma de liberar el exceso de energía o tensión acumulada.

Algunos movimientos, como golpear los dedos o balancear los pies, pueden ser una forma en que el cuerpo intenta autorregularse y calmarse frente a la ansiedad. Esto es una especie de mecanismo de autoconsuelo.

2. Haces más de una actividad a la vez.

Tu sistema nervioso está acostumbrado a mucha estimulación, por lo que siempre quiere estar realizando alguna actividad. No es capaz de descansar y menos de relajarse.

Incluso, cuando ya terminaste tus pendientes y es momento de estar tranquila y en paz, no puedes, porque sientes que pierdes el tiempo o te aburres rápidamente.

Ser multitareas no es una habilidad, sino un problema de ansiedad, porque sientes que debes hacer todo al mismo tiempo, sin parar, tomar un descanso o pedir ayuda.

3. Haces todo de forma urgente.

Es decir, no importa si tienes mucho tiempo para realizar una actividad, ya que tú siempre la haces lo más pronto posible.

Como si tu vida dependiera de esto o si fueras afectada de alguna manera al tardarte. Crees que necesitas ser más productiva para lograr tus metas, pero solo te estás desgastando.

Querer dar el 100% en todo momento, aunque te sientas mal o ya no puedas más, no es normal, sino que esto delata que tienes un problema de ansiedad.

4. Rechinas o apriesta los dientes.

El rechinamiento de los dientes, también conocido como bruxismo, es otro de los síntomas físicos más comunes asociados a la ansiedad. Ya que, provoca tensión en los músculos del cuerpo, incluidos los músculos de la mandíbula. 

Las personas que experimentan ansiedad, estrés o preocupación constantes pueden encontrar que, inconscientemente, aprietan los dientes como una forma de liberar o manejar esas emociones. 

Incluso, durante situaciones de estrés o ansiedad, el cuerpo entra en un estado de alerta, activando la respuesta de “lucha o huida”. Esto puede resultar en la contracción involuntaria de varios grupos musculares, incluyendo los de la mandíbula, lo que lleva al rechinamiento de los dientes.

5. Piensas negativamente.

Las personas ansiosas a menudo están atrapadas en un ciclo de preocupaciones constantes. Este estado de alerta permanente hace que la mente se centre en lo peor que podría pasar, en lugar de en las posibles soluciones. 

La ansiedad tiende a amplificar las preocupaciones, llevando a pensamientos negativos sobre el futuro, la autoimagen o las situaciones cotidianas.

En muchos casos, las personas con ansiedad también experimentan pensamientos autocríticos. La ansiedad puede estar acompañada por una sensación de insuficiencia o miedo al juicio de los demás. 

Esto puede llevar a pensamientos negativos sobre uno mismo, como sentir que no se es lo suficientemente capaz o que se va a fracasar en alguna tarea o situación.

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