Cuando somos mamás primerizas, nos preocupamos por todo lo que hace nuestro bebé, sobre todo, cuando no quiere comer.
Si rechaza el alimento, no lo termina o solo come pequeñas porciones, nos asusta y queremos resolver esta situación de inmediato.
Esto nos hace pensar que hay algo malo o debemos darle productos más dulces que llamen su atención.
Te recomendamos:
Quédate soltera hasta que encuentres a un hombre que te haga sentir esto
Paradoja de Salomón: Por esta razón te quedas estancada, mientras otros avanzan
¡Échale un ojo al Facebook de Hey Hey Hello!
Sin embargo, que un bebé no quiera comer no es igual a que esté enfermo u ocurra algo, sino que es parte de su crecimiento y desarrollo.
O mejor dicho, hay factores ambientales que no le permiten comer porque necesitan su atención.
Para que despejes tus dudas y te sientas más tranquila al respecto, te contamos sobre algunas cosas que provocan que tu bebé no quiera comer:
5 razones por las que tu bebé no quiere comer
1. Lo que sucede a su alrededor.
Muchas veces, un bebé no tiene hambre o no le preocupa comer porque está ocupado analizando lo que sucede a su alrededor.
Es decir, hay juguetes a su alcance, se está familiarizando con su entorno, quiere estar con su papá o mamá.
Se distrae y no le presta atención a la comida, sino a lo que llama su atención.
Por esto, es importante que no ocupes juegos o cosas llamativas para que coma, porque al final se entretendrá en eso y no en su platillo.
2. Ya está satisfecho.
Muchas veces, creemos que entre más alimento le brindemos a nuestro bebé, más nutrido estará.
Sin embargo, a simple vista no nos damos cuenta cuando él ya está satisfecho y creemos que no le gustó la comida o algo pasa.
Pero los bebés también saben cuándo están satisfechos y no quieren comer más. Por lo que debemos hacer caso a lo que nos está mostrando.
3. Alimentos no conocidos.
Tu bebé puede sentirse incómodo a nuevos alimentos, sobre todo, después de haber dejado la leche materna.
También se puede dar el caso que no le gusta como huelen o se ven.
4. Estrés a la hora de comer.
Sí, aunque lo dudes, tu bebé puede asociar el comer con un momento de estrés, desesperación, angustia y enojo.
Y esto se puede deber a que tú te sientas así y se lo transmitas. Ya sea porque tengas pendientes por hacer, hayas discutido con tu pareja o quieras que coma rápidamente.
Para tu bebé, la hora de la comida es una mala experiencia por el ambiente, así que, necesitas hacer un cambio para que él la disfrute y no la rechace.
5. Alimentos poco adecuados.
Muchas veces, para entretener o calmar a nuestro bebé optamos por darle lo primero que tenemos a la mano.
Aunque no siempre es así, recurrimos a las galletas, dulces, bebidas achocolatadas o frituras.
Y esto provoca que a la hora de comer ya se sienta satisfecho o no disfrute de los alimentos que le estamos dando y prefiera otros.
¡Ojo con esto!
También se puede dar el caso de que tenga un desarrollo lento o alguna enfermedad le quite el apetito.
Por eso, si ves que siempre rechaza la comida o tiene una falta de apetito considerable, es momento de acudir a tu médico para aclarar tus dudas y analizar si no se trata de un problema que merezca atención.
Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.