Los millennials no la están pasando nada bien…
Ser madre no es una tarea fácil, aunque somos dichosas al tener a un bebé también padecemos de estrés constante por estar al pendiente de su bienestar y felicidad las 24 horas del día.
Por esto, solemos recurrir a disfrutar de una copa de vino al terminar el día o te tomarnos algunas cervezas el fin de semana con nuestras amigas.
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Aunque podríamos pensar que esto es un alivio para nosotras, solo estamos provocando aumentar nuestro consumo de alcohol.
Y recurrir a él cada vez que nos sentimos frustradas al no poder cuidar a nuestros hijos de forma adecuada.
Madres millennials se emborrachan para “aguantar” a sus hijos (estudio)
Un estudio de mercado realizado por Constellation Brands Inc, una empresa de vinos y licores.
Informó que los millennials, es decir, quienes nacieron entre 1980 y principios del 2000, consumieron en promedio 24 bebidas al mes en 2013.
Mientras que, en el 2019, bebieron aproximadamente 29 al mes.
El motivo por el que aumentaron su consumo de alcohol es el estrés que les generan sus hijos.
The New York Post, señaló que las cifras llevaron a la analista Lauren Lieberman a cuestionar si era porque esos jóvenes solteros del 2013 ahora tenían hijos.
Y la respuesta fue un SÍ rotundo por parte del CEO de la compañía David Klein.
“Esa es exactamente la respuesta. Y lo que aún no sabemos, es: ¿veremos lo mismo con la Generación Z a medida que envejecen, la vida se volverá más estresante para ellos y beberán un poco más?
Pero es demasiado pronto para saberlo, pero definitivamente lo hemos visto con los millenials”, explicó.
También comentó que al menos por el momento, la generación Z, es decir, quienes nacieron entre 1995 y 2015, bebe menos, pero favorecen a marcas de mayor calidad.
Todo en exceso es malo.
Aunque el estudio no profundiza más al respecto, debemos tener claro que no está mal beber de vez en cuando.
Podemos disfrutar de nuestras bebidas alcohólicas favoritas desde la comodidad de nuestro hogar, pero es importante no excedernos.
Ya que, estaríamos hablando de un problema grave.
Sí, el alcohol nos relaja, pero si llegamos a convertirlo en un hábito diario podría causar graves problemas a nuestra salud y afectar a nuestra familia.
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