Esto puede aplicar para tu relación de pareja, tu condición laboral o cualquier ámbito de tu vida: Si no haces algo por cambiar, lo sigues eligiendo.
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Reflexión: Si no haces algo por cambiar, lo sigues eligiendo
Es importante que estés consciente de que es válido que ciertas situaciones de la vida te incomoden o que no te gusten y, ante eso, lo expreses y te quejes.
Sí, es válido, está bien, estás en todo tu derecho de sentir lo que sientes y expresar lo que sientes.
Pero la queja por sí sola, aunque sea liberadora, no es productiva, al contrario. ¿Has escuchado acerca de las personas víricas?
Las personas víricas son esas personas que se la pasan quejándose de todo y por ello logran bajar la energía de las personas que las rodean.
Ante ello, suelen irse quedando solos o a proyectar una imagen que no les favorece, de esta manera, es más fácil que atraigan a su vida aún más cosas desagradables.
Dejan de ver la importancia de hacer algo por cambiar, para sólo quejarse de todo lo que no les gusta.
Entonces, si observas que algo no te gusta, que algo no va contigo, que no vibra en tu misma sintonía… Tienes la opción de redirigir el foco y concentrarte en lo que tú puedes hacer al respecto.
Por ejemplo, tu vecina acaba de pintar la fachada de su casa de color amarillo. Si a ti no te gusta ese color, tienes dos opciones, dejar de mirar la casa de tu vecina y no pintar tu casa de ese color.
Pero, si cada que sales a la calle, ves la casa de tu vecina y te quejas de la nueva pintura, quien se está arruinando la vida, eres tú.
Aplica ese ejemplo en todo… Incluso, en tus relaciones amorosas.
Si tienes una pareja con la que no te entiendes, que no te gusta su forma de ser, que te hace pasar más malos ratos que buenos ratos… ¿Qué haces a su lado quejándote de él cada que tienes oportunidad?
Es momento de entender que eres una persona que tiene la responsabilidad de apropiarse de su vida y de sus decisiones porque si no haces algo por cambiarlo que no te gusta, lo sigues eligiendo.
Entiendo que no siempre es fácil y que hay cambios que llevan tiempo, pero eso no significa que no se estén haciendo.
De esta manera, también lo puedes pensar con tu trabajo o tu aspecto físico. Supongamos que ya no estás satisfecha con tu trabajo actual, así que en vez de quejarte, empiezas a actualizar tu Curriculum Vitae y a mandarlo en cada vacante que encuentres afín a lo que buscas.
Quizá te lleve tiempo, pero lo importante es que estás generando el cambio. Lo mismo con tu aspecto físico, quizá te sientes mal contigo porque has descuidado tu salud física y necesitas ponerte en acción.
Entonces, poco a poco comienzas a crear en tu cotidianidad hábitos que te lleven al resultado que buscas, ya sea hacer más ejercicio, visitar a los especialistas en salud, comer más sano, reducir el estrés, dormir mejor, aumentar tu ingesta de agua o trabajar en disminuir la ansiedad.
Está en tus manos el que puedas sentirte más cómoda con la vida que construyes.
Disfruta el proceso, no te concentres sólo en el resultado
Te invitamos a que aprecies el cambio no cuando todo está terminado, sino desde que te decides a comenzarlo e iniciar el proceso de cambiar para mejorar, para superarte o vivirte con otra consciencia.
Cambiar es una oportunidad de mejorar lo que hay en tu interior, lo que ves en ti y lo que tienes en tu entorno.
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