Querido pasado, gracias por lo aprendido, por lo malo y por lo que vendrá, gracias por lo bueno y lo que me hizo feliz…
Te puede interesar
Ni te odio ni intento olvidarte, sólo te saco de mi vida…
7 cosas que un hombre maduro y que te ama no hace en su relación
Ahora te tengo que soltar, porque no se me da caminar hacia adelante viendo para atrás.
Como mi pasado debes saber todo lo que he dejado atrás me ha hecho fuerte aunque por momentos me quiebro, siempre me levanto.
Que el llanto no me detiene ni me hace débil, al contrario, me ayuda a sanar.
También podrás reconocer que cada paso que he dado ha sido con decisión y convicción, por lo que en cada error me he permitido aprender de la vida, pero sobre todo, de mí.
Te quiero agradecer por darme la oportunidad de sonreír y de amar, al igual que la tristeza y la ira cuando se han apoderado de mí en secreto o a gritos.
Querido pasado, gracias por lo aprendido…
Tú me has hecho ser quien soy, llevarme los aprendizajes más importantes de mi vida, los «adiós» más intensos, las despedidas más largas junto a los insomnios de reflexión.
Es gracias a ti que hoy puedo saber en qué dirección seguir, es gracias a tus lecciones que puedo entender más de mí y que en todos los días siempre hay algo nuevo que aprender.
La lección más fuerte que me diste es que siempre se puede comenzar de nuevo, aunque eres lo que queda atrás, siempre logras hacerme ver hacia adelante.
Gracias por lo malo, porque me ha hecho fuerte.
Gracias por lo que vendrá porque le diste espacio y conspiraste para que llegue a mí.
Te agradezco lo bueno y lo que me hizo feliz porque me inspiraste y me llenaste de motivos para seguir, aún en los días grisis, pero más en los soleados.
Me definiste pero no me estancaste, y ahora te suelto aunque siempre, de alguna manera, te lleve conmigo.
Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.