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9 señales de que te exiges mucho a ti misma y debes de cambiar

Para estar para los demás debes estar para ti primero

Sé gentil contigo

¿Qué tanto te exiges a ti misma?

Aunque se lucha por detenerlo, las mujeres cargamos con estereotipos que en el día a día son “responsabilidades”, modelos de lo que “debemos” ser o hacer”.

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Esto va más allá de cocinar y limpiar la casa, también involucra actitud y sentimientos de culpabilidad.

Y, por consecuencia, en tu día a día, te exiges de más, tranquila, es momento de dejar de hacerlo.

1. Te obligas a cumplir.

Entonces, por poner un ejemplo, si llegas cansada a casa, después de una larga jornada laboral, decides cumplir con tus responsabilidades como lavar los platos, lavar la ropa o hacer de comer.

2. Sientes culpa de no hacer lo que «tienes» que hacer.

De lo contrario al punto 1, si dejas de hacer alguna de tus responsabilidades, te sientes mal y te invade la culpa por no haberlo hecho.

3. Haces cosas tú sola que también le corresponden a otros.

Cargas en tu espalda responsabilidades que no sólo deberían corresponderte a ti, pero que cumples tú sólo para no molestar o incomodar a otros.

4. Te cuesta trabajo decir NO.

Así que aceptas al decir SÍ a otras y nuevas responsabilidades, te obligas a poder.

5. Antepones tus responsabilidades a tu felicidad.

Por ejemplo, sabes que te haría feliz comer en la calle, llegar a casa y descansar un rato o darte un buen baño, pero decides hacer lo que sabes que «tienes que hacer».

6. Te pones adjetivos calificativos.

Tu diálogo interno es duro, te puedes hablar como si fueras tu enemiga, lo que demerita todo lo que haces.

«Floja», «mala», «incapaz», «gorda», «flaca», «tonta», son algunas de las palabras que sueles decirte.

7. Te castigas.

No sólo te exiges, te reprendes y castigas, el castigo puede ir desde las frases dolorosas que te dices, hasta privarte de pequeños placeres, sí, así como los niños.

8. Siempre estás para cuando te necesitan pero no para cuando tú te necesitas.

Este punto es crucial porque es común que ocurra, ayudas, apoyas y procuras a otros, pero, ¿cuándo estás para ti?

Responde, ¿te apoyas? ¿te ayudas? ¿te cuidas? ¿te procuras? ¿te conscientes?

9. Te sientes triste o irritada de la nada.

Esto es un reflejo de que estás tensa, estresada y que incluso pierdes por momentos la esperanza de que algo pueda cambiar para tu bienestar.

Si te estás exigiendo estás trabajando bajo presión.

Tienes un reto: amarte, cuidarte, ser amable contigo, apapacharte y preguntarte si lo que harás sumará a tu felicidad, a la de alguien más o sólo estás cumpliendo con lo que se suponerdebes o tienes que hacer.

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