Procastinar se refiere a cuando aún sabiendo que debemos cumplir con una tarea la postergamos y en su lugar, realizamos otras actividades menos prioritarias pero más agradables.
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Procastinar…
¿Tú qué tanto procastinas?
Pongamos como ejemplo que necesitas sentarte frente a la computadora para terminar un reporte, pero antes de eso prefieres dejar en cero tu bandeja de entrada del correo electrónico, revisar tus redes sociales y hasta ver un video de YouTube, sí, antes de cumplir con lo que realmente debías cumplir.
¿Te suena familiar?
Bien, pues las consecuencias de la procastinación son bastante desagradables pues te irá sumergiendo en pendientes con ansiedad, estrés y frustración cuando pudiste evitarlo en su momento.
Existen diferentes tipos de personas procastinadoras y aquí es donde debes echar ojo:
Impostor
El procastinador impostor no quiere ser señalado como una persona incompetente, irónicamente se hace de más responsabilidades para demostrar su capacidad pero todo lo puede posponer para disminuir el riesgo de verse obsoleto.
Perfeccionista
El procastinador perfeccionista procura que sus errores no sean evidenciados, así que terminará cumpliendo con todo a la última hora para evitar ponerse en riesgo, sin darse cuenta de que a las prisas aumenta las posibilidades de cometer errores.
Afortunado
Es cuando hay un ciclo en el que se deja todo hasta el final y ha tenido la fortuna de obtener buenos resultados a pesar de haberlo dejado para el último minuto.
Desmotivado/Miedoso
La persona que procastina por desmotivación o miedo es porque se está dejando llevar por la carga emocional negativa que sus tareas le imponen.
Abrumado
Cuando una persona se siente abrumada comienza a procastinar por estar con tantos pendientes encima que no sabe por donde empezar, esto le puede generar ansiedad y rechazo a sus labores.
Debes saber que si ya lo estás identificando es un buen inicio para que lo detengas y sepas por donde atacar tu procastinación.
Con información de nuestro partner El Personalista.
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