Renunciar a un trabajo es una decisión importante que debe ser tomada con consideración. Lo sabemos, ya estás harta y estás a punto de dejarlo todo, pero no es lo mejor para ti.
Entendemos que ya no puedas más o que tu salud mental se esté viendo afectada, pero es importante que no tomes una decisión impulsiva de la que te vas a arrepentir después.
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Si estás pensando en hacerlo, es útil tener presente lo siguiente para asegurarte de que tomas la mejor decisión para ti y para tu futuro.
Lo que debes tener presente si vas a renunciar a tu trabajo
1. Evalúa tus razones.
Reflexiona sobre por qué quieres renunciar, ¿es por un problema en concreto, por falta de crecimiento profesional, por un ambiente tóxico, o porque ya no se alinean tus valores con los de la empresa?
Si es un tema que puede mejorarse (como una conversación con tu jefe, cambiar de departamento/área, o realizar ajustes en tu rutina), tal vez valga la pena intentarlo antes de renunciar.
Si sientes que ya no hay solución, es momento de preparar el terreno para irte y tener algo seguro esperándote.
2. Considera las implicaciones económicas.
Asegúrate de tener ahorros o una fuente de ingresos alternativa, sobre todo si aún no tienes otro trabajo que te esté esperando.
Evalúa cuánto tiempo puedes estar sin trabajo sin afectar tu estabilidad económica. Esto te ayudará a planificar una búsqueda de empleo efectiva si es necesario.
3. Piensa en el impacto en tu carrera.
A veces, una renuncia sin un plan puede generar preguntas incómodas en futuras entrevistas. Por esto, considera cómo explicarías la decisión que tomaste y qué aprendiste de la experiencia.
Asegúrate de que esta decisión sea un paso hacia algo mejor. Es decir, piensa si renunciar te acercará a tus metas profesionales o si te causará un problema más adelante.
4. Prepara tu salida.
Generalmente, es recomendable dar un aviso con al menos dos semanas de antelación (a menos que tu contrato indique lo contrario). Esto demuestra profesionalismo y respeto por la empresa.
Incluso si tu experiencia ha sido negativa en ese lugar, es importante salir de manera respetuosa. Sobre todo, si la industria en la que estás es pequeña, y es posible que te cruces con estas personas en el futuro.
5. No dejes cabos sueltos.
Asegúrate de dejar todo en orden. Termina tus responsabilidades, entrega documentación importante y haz que la transición sea lo más fluida posible.
Si tienes una relación profesional positiva con alguien de la empresa, solicita una recomendación por escrito para que te ayude en futuras búsquedas de empleo.
6. Antes de irte, busca otro trabajo.
Si no tienes otra oferta de trabajo, comienza a buscar antes de tomar la decisión final. Es ideal tener algo más antes de renunciar para no quedarte sin opciones.
Porque renunciar sin tener algo seguro o planeado, puede causarte problemas personales, emocionales y económicos más adelante.
7. Cuida tu bienestar emocional.
Si tu trabajo te está afectando emocionalmente, es importante reconocerlo, pero es esencial tomar la decisión de retirarte en un momento de calma, te ayudará a ser más objetiva.
Por esto, habla con tus amigos o un mentor, ellos pueden ayudarte a tomar una decisión más equilibrada.
Porque renunciar a un trabajo puede ser liberador y positivo si lo haces de manera estratégica. Así que, asegúrate de estar tomando la decisión por las razones correctas, y no dejes de lado tus responsabilidades o tu futuro profesional en el proceso.
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