En mis relaciones más tormentosas tuve mucho llanto, decepción, estrés e insomnio, pero me dejaron mucho aprendizaje que espero te sea de ayuda.
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Lecciones que aprendí de mis relaciones más tormentosas
Este es conocimiento de años, más de dos décadas de relaciones amorosas me respaldan, así que ojalá te sea de ayuda.
1. No le pidas peras al olmo.
Es decir, no puedes pedirle al otro algo que no tiene para dar. Por ejemplo, no le pidas que sea cariñoso contigo, si no es una persona que demuestre su amor con cariños.
2. No estás mal, se lo pides a la persona equivocada.
Con relación al #1, no significa que «esté mal» que expreses que te gusta que te hagan cariñitos, es válido y necesario que le compartas a tu pareja que para ti, son importantes las manifestaciones físicas de afecto.
Solo que hay personas que serán compatibles contigo en unas cosas y no en otras, pero está en ti, valorar con lo que sí puedes lidiar, lo que sí puedes aceptar y lo que no es negociable para ti. Algo básico en las relaciones no tormentosas.
3. Demasiado esfuerzo nunca es buena señal.
¿Tienes que hacer malabares para que todo esté bien? Eso no es amor.
4. No tienes que convencer a nadie de quedarse.
Si tienes que convencer a tu pareja de quedarse a tu lado, la relación está acabada. Tu pareja debería tener presente y claro el por qué quiere estar a tu lado.
5. Evita creer que sólo es tu responsabilidad que ambos estén bien.
No te compres esa carga emocional que a veces, las parejas, suelen aventarle al otro. No es tu responsabilidad que todo entre los 2 y para los 2, salga bien.
Tampoco es tu culpa que algo de lo que hay entre los 2, todo lo que hay entre los 2 o para los 2, salga mal.
6. Los amores cobardes pueden ser inolvidables, pero no son eternos.
Los amores cobardes, son esos amores tibios que no están a tu lado del todo pero que te ocupan espacio. Pueden ser inolvidables, pero siempre acabarán, sólo así podrás saber cuánto de ti dar y hasta qué punto.
7. Jamás debes acostumbrarte a la incomodidad.
Nunca, mucho menos con tu pareja. Si algo que ocurre en tu vínculo te hace sentir incómoda, afróntalo, trabájalo contigo y con tu pareja, no lo aceptes, no te conformes, no te acostumbres.
8. Esperar que te repare quien te dañó no dará buenos resultados.
Vuélvelo a leer: Esperar que te repare quien te dañó no dará buenos resultados.
9. Son tan importantes sus diferencias como sus similitudes.
Evita medir tu relación de pareja por lo que tienen en común y los buenos momentos, lo mejor es amarse en las diferencias y en las situaciones complejas. Ahí es donde realmente se ve el amor.
10. Es mejor conocerse y amarse a uno mismo, antes de amar a otra persona al conocerlo.
Antes de amar al otro, tienes que amarte tú.
Antes de enamorarte de otro, tienes que enamorarte de ti.
Antes de apreciar conocer a otro, necesitas conocerte y apreciarte a ti.
11. Soy más fuerte de lo que creía.
El último punto es tan valioso que ya lo escribimos en primera persona.
Cada relación tormentosa me enseñó lo fuerte que soy, que cada experiencia, a pesar de ser dolorosa, me abría más los ojos a la vida y a conocerme.
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