Si todo el tiempo estás con patanes o malas parejas, es momento de ver que estás eligiendo mal y que todo esto, es por culpa tuya.
No queremos atacarte ni juzgarte, porque hemos estado ahí, aceptando amores mediocres y no conformamos con muy poquito, cuando merecíamos mucho más.
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Lo peor de todo es que sabíamos que elegíamos mal y no dábamos un paso atrás o terminamos la relación, nos quedamos a sufrir.
Y como no queremos que esto te pase a ti, es momento de que veas por qué estás eligiendo a hombres que solo te hacen daño.
Incluso, que dejes echarle la culpa a cupido, el destino o a la suerte y veas, que tú eres la que se está metiendo el pie en el amor…
La razón por la que eliges mal a tu pareja
1. Crees que por ti va a cambiar.
Empezamos fuerte y con todo, porque queremos que abras los ojos y encuentres a un hombre que valga la pena y te dejes de aferrar a salvar a cualquiera.
Ya que, muchas veces, ves que un hombre es un caso perdido y decides aferrarte a él, porque piensas que con tu amor, él va a cambiar y te va a corresponder, al ser un hombre nuevo y mejor para ti.
Pero esto nunca pasará, no importa cuanto le des, el amor no lo puede todo.
Por esto, debes dejar de aferrarte a que tienes que ayudar a un hombre a ser mejor o que te va a devolver el favor, porque este pensamiento solo te hará sufrir.
2. Ya sabes qué pasará.
Dicen que más vale malo por conocido que bueno por conocer y tú sigues al pie de la letra este dicho, porque te encanta repetir patrones.
Eliges mal y lo mismo de siempre, porque crees que ya dominas a la perfección los malos tratos o ciertos conflictos.
Y crees que ya no te afectarán o que podrás superarlos esta vez, pero solo te haces daño al seguir aceptando malas situaciones.
También se dice que una pareja similar a la anterior nos crea la falsa sensación de que no cometeremos los mismos errores, porque ahora vamos por el triunfo, pero eso no pasa.
3. Idealizas el amor romántico.
O ya sea tu media naranja, alma gemela, el hombre de tu vida o tu otra mitad.
Tendemos a creer que el amor es necesitar o estar con alguien más, para sentirnos completas y este es un grave error.
Somos adictas a esa sensación de enamoramiento intenso, las mariposas en el estómago y los nervios. Pero todo esto es parte de un engaño de las películas y de patanes, para que sigamos conformándonos con migajas.
4. Te falta amor propio.
Cuando tenemos la autoestima baja, somos vulnerables a aceptar cualquier tipo de relación de pareja con tal de no sentirnos más solas.
Nos conformamos y dejamos que nuestras inseguridades y miedos nos hagan creer que merecemos poquito o que nuestra pareja no es tan mala, aunque nos trate muy mal.
Por esto, es importante que aprendas a quererte, tengas amor propio y cuides tu autoestima, para que así abras los ojos y te des tu lugar.
5. Crees que es la única opción.
Eliges mal una y otra vez, porque es lo único que hay en tu entorno o sientes que son los únicos hombres que se acercan a ti.
Y al ser tu única opción, das tu brazo a torcer, porque no hay otras oportunidades y no quieres estar sola.
Sin embargo, debes darte cuenta de que sí hay más opciones, el problema es que te has cerrado a creer que son imposibles para ti o que te tratarán peor que tus ex.
Es decir, sigues aferrándote a los mismos patrones y a las mismas situaciones, para así no enfrentar y obtener algo mejor.
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