Recuerdo que hacer unos años vi un pequeño documental que hablaba sobre las “mujeres sobrantes” que vivían en China.
Estas mujeres no tenían pareja ni hijos, habían elegido ser independientes y enfocarse en sus trabajos.
Te recomendamos:
5 canciones de Natalia Lafourcade que hablan de lo difícil que es amar
5 situaciones incómodas que pasan en la intimidad (y no debes preocuparte)
Son mujeres exitosas que trabajan arduamente y aman su carrera. Sin embargo, la población china decidió verlas como mujeres que sobraban y que no aportaban nada.
¿Soy una mujer sobrante?
Cuando lo vi por primera vez tenía pareja y me pareció algo muy cruel, pues cada persona tiene derecho a elegir lo que más le convenga o le haga feliz.
Sí, me sentí identificada, aunque yo estaba con alguien no me sentía completa, no era tan feliz, simplemente estaba «bien» pues esa persona no llenaba mis expectativas de vida.
No queríamos lo mismo, pero estábamos juntos por comodidad.
Sabía que al final terminaríamos (y así fue) pues yo quería dedicarme a mi vida profesional y no a ser ama de casa (cosa que él deseaba).
Un par de años después, me convertí en ésa mujer sobrante, aunque no estaba en China y nadie me lo decía tal cual, me sentía marginada, solo por haber decidido amar a mi carrera y no a un hombre.
Y muchos pensarán que eso no pasa en México, pero están en una equivocación, aquí es peor.
En China la familia de las mujeres solteras se resigna y la acepta. Aquí tu familia es la primera en echarte en cara que ya se te pasó el tren, que eres una solterona y que ya vienen los 30 y te vas a quedar a vestir santos.
Me siento más feliz al estar soltera…
Es una pena que en pleno 2019, muchas familias, conocidos y amigos no acepten que hay muchas mujeres que somos felices estando solteras.
Que tenemos otras prioridades y aspiraciones, que no todo es tener un hombre que te dé valor.
Cuando para encontrar el verdadero amor debemos amarnos primero a nosotras mismas, valorarnos y cuidarnos y después ver si alguien vale la pena y está dispuesto a aceptar lo que queremos.
Y aunque a muchos les duela, NO, no soy una mujer sobrante. Soy una mujer soltera porque así lo decidí, estoy satisfecha con la vida que llevo, me siento plena y lucho por mi felicidad todos los días.
Más de tu interés:
5 señales de que eso no es amor…
El amor no es ciego, es sordo… Nunca quise escuchar que no me querías