La belleza no lo es todo, y más cuando se trata de relaciones de pareja.
Por eso, si vamos a elegir un hombre, que entre sus cualidades destaque – por sobre todo- su inteligencia, pues son demasiadas las ventajas que podemos sacar de esta característica.
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En principio, diremos que un hombre inteligente por lo general es rebelde en la juventud, por lo que tiende a tener una personalidad definida y muchísima confianza en sus gustos. Y aunque, según la ciencia, suele ser más olvidadizo, las probabilidades de ser infiel se reducen drásticamente.
O al menos eso fue lo que reveló un estudio realizado por Social Psychology Quarterly, y que demostró que aquellos hombres que mostraban coeficientes intelectuales más elevados, tenían muchísimo menos interés de ser infieles.
Así, los hombres inteligentes parecían sobrevalorar la monogamia; mientras que los menos inteligentes se mostraron con mayor interés en cambiar de pareja con frecuencia, o incluso engañarla.
Ahora bien ¿cuál es la razón?
Los hombres menos inteligentes tienen más dificultades para controlar los impulsos básicos, por lo que se ven tentados a caer en trampas y cometer infidelidades.
Es decir, no saben controlar sus instintos primitivos y son más vulnerables a cometer infidelidad.
Pero el estudio no quedó allí. También reveló que los hombres más propensos a la infidelidad eran aquellos que ganaban 70% más que su pareja; y del mismo modo, aquellos cuyo salario era menor que el de su cónyuge.
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